El Gobierno celebrará antes del verano una nueva subasta para adjudicar otros 3.000 megavatios (MW) de nueva capacidad renovable para proyectos de instalaciones de tecnología eólica y fotovoltaica, según anunció ayer el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy. La patronal fotovoltaica UNEF, el Cluster de la Energía de Extremadura y la Junta coincidieron en que si las normas de la puja vuelven a ser las mismas que en la celebrada el pasado día 17, la eólica volverá a dominarla por completo. Solo si cambian las reglas del juego, la energía fotovoltaica, la que ofrece mejores opciones para proyectos en Extremadura, tendrá alguna posibilidad.

Rajoy, que inauguró unas jornadas para recabar aportaciones para elaborar la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, explicó que ya se han iniciado los trámites para poner en marcha esta nueva puja y, de hecho, el Ministerio de Energía tiene ya un borrador de real decreto. Añadió que el Gobierno espera que, al igual que ocurrió en la celebrada la semana pasada, que se saldó sin primas a la inversión por los descuentos máximos ofrecidos por los adjudicatarios, esta no tenga «coste añadido para el consumidor».

Según precisó el ministerio, en la nueva subasta solo podrán participar proyectos eólicos y fotovoltaicos, y la adjudicación se hará en función de su mayor eficiencia en costes. El borrador de real decreto, que será tramitado con carácter de urgencia, indica que esta nueva subasta se celebra por el reducido plazo que hay para alcanzar los objetivos comunitarios de que en 2020 el 20% del suministro venga a través de fuentes renovables, así como por el importante volumen de potencia ofertada que no se pudo adjudicar el 17 de mayo, donde hubo peticiones por el triple de los 3.000 MW repartidos.

TERCERA SUBASTA / Esta será la tercera subasta que celebre el Gobierno después de la moratoria que aprobó a principios de 2013 a la concesión de ayudas a nuevas plantas de renovables. En la primera, que tuvo lugar en enero de 2016, se adjudicaron 700 MW (500 MW de eólica y 200 MW de biomasa), mientras que en la segunda, la del pasado 17 de mayo, no había cupos por tecnologías y repartió 3.000 MW. Los proyectos de energía eólica acapararon la mayor parte de los megavatios por los que se pujó, al obtener 2.979 MW del total, frente al poco más de un megavatio que lograron los de fotovoltaica y los 20 MW que fueron a parar a otras tecnologías de generación renovable.

Aunque la industria fotovoltaica expresó su descontento con la regulación de la subasta, que establecía como método para deshacer los empates el mayor número de horas de funcionamiento de la instalación, lo que favorece a las eólicas, el ministerio en su borrador de real decreto dice ahora que, dado que el procedimiento de la subasta «ha sido muy satisfactorio», en la nueva se seguirá «el mismo procedimiento y las mismas reglas».

Energía pretende con esta subasta avanzar en la consecución de los objetivos de sostenibilidad medioambiental para 2020 y, de hecho, cuando estén en funcionamiento los 3.000 MW adjudicados en la del 17 de mayo, lo que tiene que hacerse antes de 2020, la potencia renovable instalada en España se incrementará en un 10%.

«Todo lo que sea potenciar las renovables y acercarnos al objetivo 20-20 está bien, pero que esta subasta sea buena para la fotovoltaica y para Extremadura dependerá de si cambian las normas o no [respecto a la anterior puja]», recalcó ayer José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). Y de momento, «lo que se ha hecho público son exactamente las mismas normas que en el concurso anterior con la única diferencia de que ahora está limitado a la eólica y la fotovoltaica». En este sentido, apuntó que por conocerse queda «un único elemento», que es el suelo que se fija (el descuento máximo que puede ofrecerse). «Si el suelo es el mismo o similar al de la subasta anterior, entonces veremos una repetición de lo que pasó entonces. Si permite que haya competencia y que no se produzca otra vez un macroempate, podrá participar la fotovoltaica en el resultado final y los consumidores podrán beneficiarse de un precio [de la electricidad] más barato», apostillo.

AUTOCONSUMO / En esta misma línea, Vicente Sánchez, presidente del Cluster de la Energía de Extremadura, consideró que si esta puja «se cierra con las mismas condiciones que la anterior, volverá a ser todo eólico y sin posibilidades de conseguir ningún proyecto para la fotovoltaica». Sánchez también pidió que, ahora que el Gobierno central «se ha envalentonado con las renovables», haya otros 3.000 megavatios para autoconsumo, con el fin de que «las pequeñas y medianas empresas también puedan participar en este negocio y no solo sea para las tres o cuatro grandes».

Por su parte, el consejero extremeño de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro, incidió también en que la nueva subasta de energías renovables será satisfactoria para Extremadura si la energía fotovoltaica tiene posibilidades reales. Navarro señaló que, por el momento, solo se conoce el titular y es prematuro hacer una valoración, sin saber «si realmente la fotovoltaica va a tener posibilidades en esta nueva subasta». En cualquier caso, el consejero afirmó que en el Ejecutivo regional estarán «muy pendientes de que esta vez no perjudique a Extremadura».

Además, recordó que con la anterior subasta se hicieron muchas esperanzas porque conocían que había muchas empresas extremeñas interesadas en presentarse pero, por la preferencia que se daba a la energía eólica frente a la fotovoltaica, «no entraron los proyectos extremeños».

El titular de Economía aseveró que desde la Junta han insistido a todos los niveles en la necesidad de una nueva subasta y «afortunadamente parece que esta petición ha sido recibida».