El consejero de Hacienda y Presupuestos, José Martín, afirmó ayer que el último informe del Tribunal de Cuentas, que analiza el ejercicio del 2002, "avala la gestión de la Junta".

Martín, que compareció en una comisión parlamentaria para abordar este asunto, explicó que el documento de este organismo de control financiero reconoce que durante el año 2002 la Junta de Extremadura logró un superávit de 52 millones de euros. Este dato, sumado al último del Ministerio de Economía --que habla de un superávit de 318 millones en el 2005--, confirma, a su juicio, la buena salud financiera de la Junta, que ni estaba ni está en quiebra".

También considera "una buena noticia" que el tribunal no acuda al enjuiciamiento financiero e insistió en que el Ejecutivo ha aceptado e incorporado a su modelo muchas de las recomendaciones de la entidad a excepción, aclaró, del procedimiento de contratación. Para la Junta es mejor el concurso, mientras que el Tribunal de Cuentas opta por la subasta.

LEY DE HACIENDA Dentro de estas recomendaciones se incluye la nueva ley de hacienda, que Martín espera que pueda aprobarse en esta legislatura.

Sin embargo, y como suele ocurrir cada año con el informe anual del Tribunal de Cuentas, la visión de la oposición es muy diferente. El diputado de IU-Siex José Antonio Jiménez destacó que el documento es "tan demoledor como los anteriores en contra de la gestión de la Junta".

En esta línea, resaltó que el organismo público critica las modificaciones presupuestarias, los procesos de contratación y el método de concesión de subvenciones. En cuanto al superávit de la Junta, apuntó que es achacable, únicamente, a una reducción registrada dentro de las inversiones previstas.