No será necesario llegar a una nota media de 5 ni aprobar todas las asignaturas. El título de ESO se podrá conseguir aunque el alumno tenga dos materias suspensas que no se tendrán que recuperar nunca. En realidad esto no es ninguna novedad, puesto que así lo estipulaba ya la anterior ley educativa (la LOE) y lo recogía la LOMCE, aunque esta última hablaba de la necesidad de tener al menos una nota media en la ESO de 5 para obtener el graduado.

Sin embargo, el Gobierno del PP vuelve a cambiar su propia ley (ya paralizó las reválidas que se tenían que aplicar este curso) mediante un real decreto que, a efectos prácticos, vuelve a lo que decía la LOE. Ese decreto que todavía está en fase de borrador, establece que los alumnos se podrán titular con dos materias suspensas siempre que no sean Matemáticas y Lengua simultáneamente y no será necesario llegar a una nota media de 5.

A estas alturas de curso, estas modificaciones pueden suponer una alegría para más de un alumno al que el curso se le está haciendo cuesta arriba, sobre todo a juzgar por las estadísticas, ya que Extremadura es la comunidad del país en la que más alumnos acaba la ESO con asignaturas suspensas.

en CABEZA / Según los últimos datos del Ministerio de Educación, publicados en abril, en 2015 el 85,6% de los estudiantes extremeños de 4º de ESO promocionaron (pasar de curso y titular) y el 27,5% lo hicieron con materias no superadas. Es la cifra más elevada del país, seguida del 26,7% de Ceuta, el 23,9% de Melilla y el 22,5% de Castilla y León. En el lado opuesto está Cataluña, donde solo un 8,6% de estudiantes promociona con materias no superadas. La media nacional es del 17%.

¿Excesiva permisividad? ¿Hay que ser más restrictivos? Las opiniones son diversas pero las fuentes consultadas consideran que hay que buscar un término medio entre ambos conceptos para no desmotivar a unos alumnos y tampoco dejar en el limbo a otros sin un título tan básico como el graduado escolar. «Creo que hay que escuchar al equipo directivo y no convertirlo en una norma porque al final lo que estamos haciendo es bajar el nivel educativo», señala Nieves García, directora de un instituto de Montijo. «Es un tema muy complejo, sobre todo si pensamos en esos alumnos que no son tan brillantes, a los que les cuesta más y que trabajan muchísimo durante el curso para poder aprobar todas las asignaturas y luego llegan otros que no demuestran ese esfuerzo y que incluso deciden pasar de alguna asignatura pero consiguen el mismo título», reflexiona.

Esta profesora considera que este es precisamente uno de los problemas del sistema educativo español: «lo que pasa siempre es que los problemas en la educación no se solucionan sino que se alargan en el tiempo, se van retrasando. Si un alumno no puede aprobar Matemáticas en 4º de la ESO cuando llegue a 1º de Bachillerato seguirá sin aprobar. Los problemas se pasan de un curso a otro, de una etapa a otra, y luego cuando llegan a la universidad se quejan de que los alumnos no tienen el nivel suficiente», lamenta. «La permisividad no es buena para nadie», insiste, pero repetir curso reiteradamente tampoco convence a todos los docentes.

Por su parte, la Asociación Profesional de Orientadores de Extremadura (Apoex) considera acertado el cambio que pretende el Gobierno, especialmente para que no se permita promocionar cuando las dos materias suspensas sean Lengua y Matemáticas, dos áreas instrumentales básicas. Desde este colectivo señalan que hay que dar a cada alumno la respuesta que necesita para intentar que supere todas las materias, aunque reconoce que hay estudiantes que de entrada deciden abandonar una materia que se le atraganta como puede ser Inglés. «Hay alumnos que pese a que se intenta dar una respuesta específica acaban abandonando una asignatura porque saben que eso no les impedirá promocionar de curso», explica la presidenta de Apoex, Elisa Jiménez.

COMPETENCIAS MÍNIMAS / A su juicio, es importante conseguir que los alumnos tengan unas competencias mínimas. «Intentamos dar una respuesta para que puedan desenvolverse en la vida y no ser demasiados restrictivos». Porque a un alumno se le pueden abrir pocas puertas laborales sin un título tan básico. «La mayoría de los alumnos que superan 4º de ESO van a Bachillerato, pero hay otros que se decantan por la FP donde quizás no vuelvan a ver la materia que se quedó pendiente».

Desde el sindicato PIDE creen que hay que analizar por qué es necesario dar un título con materias suspensas y preguntar a los docentes, «que son los verdaderos profesionales de la educación y no se nos ha tenido en cuenta ni antes ni ahora», lamenta Alfredo Aranda. De entrada, prefiere la LOE a la LOMCE, aunque reconoce que la LOE «no era la panacea». Por ello, cree que hace falta un análisis detallado sobre esta realidad. «Por un lado les estamos dando un título sin tenerlo todo aprobado y por otro luego nos quejamos de que los resultados de PISA nos dejen a la cola», critica. «Hay que analizar primero por qué se tiene que llegar a pemitir que un alumno pase de curso con materias suspensas, quizás no estamos poniendo las medidas correctoras necesarias para poder evitar esto. Es un asunto de calado y merece un análisis profundo y sosegado», dice.

José Francisco Venzalá, el vicepresidente nacional de ANPE, tacha de «error» esta marcha atrás. «La educación en España adolece de una evaluación rigurosa, echando en falta la cultura del esfuerzo. Por eso, desde ANPE no estamos de acuerdo en rebajar a estas alturas el nivel de exigencia establecido en la LOMCE y respecto a Bachillerato». Desde el sindicato, destacan que Extremadura es una de las comunidades con mayor número de alumnos que no alcanza el 5 y «con esta tendencia solo estamos transmitiendo la posibilidad de poder seguir haciéndolo, cuando ya se había trabajado durante todo el curso por parte del profesorado a nivel académico y personal para superar dicha situación, es decir, un error a todas luces». ANPE está recogiendo firmas en Change.org para pedir que haya que aprobarlo todo para titular en la ESO.

INCERTIDUMBRE / Por su parte, desde el sindicato CSIF lamentan la incertidumbre que generan estos cambios en pleno curso escolar a alumnos, docentes y padres. «La LOMCE nació prácticamente muerta y estas son las consecuencias», lamenta Mercedes Barrado, que reconoce que en la universidad se aprecian las carencias que los alumnos vienen sufriendo de las etapas anteriores y para ello apuesta por mejorar el nivel eduvativo. Considera que en Secundaria no se debe ser demasiado permisivo pero tampoco demasiado estricto, «hay que buscar un equilibrio entre ofrecer a cada alumno la ayuda que necesita para poder superar el curso y alcanzar un buen nivel», destaca.

En lo que todos coinciden es que es necesario hacer un llamamiento a la reflexión. El porcentaje de alumnos de 4º de ESO que promociona con suspensos en Extremadura ha descendido ligeramente, pero la región sigue a la cabeza. Mientras en el curso 2014-15 (último dato disponible) el 27,5% de los alumnos del último año de Secundaria que promocionó lo hizo con materias no superadas, en el curso 2011-12 era el 28,4%.