Centenares de jóvenes ocuparon ayer de nuevo las calles de París y de otras ciudades francesas para rechazar "la precariedad en el empleo" que les espera al final de los estudios si se aplica el Contrato de Primer Empleo que impulsa el primer ministro, Dominique de Villepin.

En pie de guerra contra esta reforma, las universidades, los sindicatos y los partidos políticos de izquierda parecen decididos a mantener el pulso hasta la retirada de este contrato reservado a los menores de 26 años, que contempla el despido libre y sin justificar durante dos años.

El respaldo del jefe del Estado, Jacques Chirac, a su primer ministro, Dominique de Villepin, no logró aplacar la ira de los jóvenes que habían pedido su intervención, sino todo lo contrario. Chirac reconoció su "apoyo total y sin reservas" a la acción de Villepin.

Más de dos tercios (59) de las 84 universidades públicas están afectadas por las movilizaciones, y los rectores temen los enfrentamientos entre los huelguistas y los que se oponen a la huelga y al bloqueo de las aulas por los piquetes. La jornada de ayer se saldó con miles de manifestantes y nuevos enfrentamientos entre los jóvenes y la policía en torno a la Universidad de la Sorbona de París.