Caroline Kennedy, la única hija viva del presidente John Fitzgerald Kennedy (1961-1963), cree que si el candidato demócrata a la presidencia de EEUU, Barack Obama, gana las elecciones devolverá la ilusión al país, como hizo su padre.

"Creo que nos motivará como lo hizo el presidente Kennedy", dijo en una entrevista con Efe Caroline Kennedy, quien ve en Obama "la misma clase de compromiso, pasión y liderazgo" que en su padre, que murió asesinado en noviembre de 1963.

Según la abogada de 50 años, que capitaneó el proceso de búsqueda de vicepresidente de Obama, esas cualidades conducirán a EEUU por una nueva senda y ayudarán a los estadounidenses a "volver a sentirse bien" con su país.

En su opinión, Obama, que lidera las encuestas de intención de voto, motivará a toda una nueva generación de estadounidenses y "a comunidades que no se han sentido involucradas (en la política), que no se han sentido importantes, como los jóvenes, los afroamericanos, los hispanos y algunas personas mayores".

Las encuestas confirman la habilidad del demócrata para entusiasmar a las masas. Así, un 71 por ciento de los votantes consultados en un sondeo divulgado ayer por el centro Pew dijeron que Obama es un político que motiva, frente al 37 por ciento que afirmó lo mismo del candidato presidencial republicano John McCain.

Caroline Kennedy comparó también el espíritu visionario de su padre al impulsar la carrera espacial que permitió la llegada del hombre a la Luna con los planes de Obama para solucionar problemas como la dependencia energética del país.

Kennedy, que describió en enero a los votantes de EEUU -uno de los países desarrollados con menor participación electoral- como "derrotistas, no comprometidos y carentes de esperanza" dice haber cambiado de opinión tras comprobar el enorme interés en la campaña.

"La cifra de gente que se ha registrado para votar ha alcanzado niveles récord", apuntó Kennedy, quien cree que los estadounidenses se han dado cuenta finalmente de que "si dejan que otros decidan su futuro después no tendrán derecho a quejarse".

Caroline Kennedy declaró su apoyo al senador por Illinois en enero, en un artículo publicado en el "New York Times" en el que ya comparaba la capacidad de Obama para motivar a los estadounidenses con la de su padre.

El artículo, publicado cuando aún parecía que Hillary Clinton iba a ser la candidata demócrata, tuvo una gran repercusión. Al día siguiente el patriarca del clan, el respetado Edward Kennedy, también dio su apoyo a Obama.

Ted Kennedy desafió en agosto su enfermedad -tiene un tumor cerebral- y acudió a la Convención Demócrata en Denver (Colorado), donde hizo un elocuente llamamiento a favor de Obama.

"He venido a unirme a ustedes para cambiar Estados Unidos, recuperar su futuro, elevarnos hacia nuestros mejores ideales y elegir a Barack Obama" como presidente, dijo entonces.

La mayoría del clan Kennedy ha seguido el ejemplo de Caroline y Ted. Ethel, viuda de Robert Kennedy -que al igual que su hermano John murió asesinado cuando competía por la Casa Blanca- es otra "obamaníaca". "Un hombre como éste sólo surge una o dos veces cada 100 años. Espero que votéis por él", afirmó recientemente Ethel, de 80 años, durante un acto en una residencia de jubilados.

Los historiadores encuentran también paralelismos entre el presidente fallecido y joven senador por Illinois, de 47 años. "La campaña del 2008 me parece increíblemente similar a la de 1960 entre JFK y (Richard) Nixon", señala James Hilty, profesor de historia de la Universidad Temple (Pensilvania) en un comentario en la página web del centro.

"Los mayores parecidos son entre JFK y Obama. En ambos casos un joven senador desafía el historial de un presidente en su segundo mandato mientras una recesión amenaza la economía", dice Hilty.

Recuerda que JFK, al igual que Obama, articuló su campaña en torno al mensaje de cambio y derribó los prejuicios contra los católicos en el país (fue el primer presidente católico de EEUU), mientras que Obama lucha ahora contra los prejuicios raciales.

James Giglio, profesor emérito de la Universidad de Misuri y autor de seis libros sobre JFK ve también parecidos. "Kennedy (que tenía 43 años cuando fue elegido) representaba juventud como Obama ahora y la juventud sugiere cambio", dijo Giglio en una entrevista radiofónica en junio.

Según Giglio, tanto Kennedy en los 60, como Obama ahora, lograron atraer a los votantes más jóvenes para su causa con el objetivo explícito de impulsar a EEUU hacia un futuro mejor.