"Se está jugando el destino de Venezuela, se está jugando el destino mío, el destino de Chávez". Así afronta el presidente venezolano, Hugo Chávez, las elecciones regionales de este domingo, un año después de su primera derrota electoral en aquel referendo para cambiar la Constitución y avanzar hacia el socialismo del siglo XXI . Ayer, en vísperas del cierre de campaña, pidió a sus seguidores "acorralar sin clemencia" a la oposición. Aunque las encuestas prevén un muy ligero cambio en el mapa político, él mismo se toma los comicios como un plebiscito y afirma: "Que Chávez siga gobernando a Venezuela dependerá de lo que pase el próximo domingo".