La falta de progresos tras semanas de negociaciones obligó ayer a los gobiernos de Londres y Dublín a suspender la presentación de un plan para restablecer las instituciones en Irlanda del Norte. La decisión se adoptó ante la constatación de que el IRA no hará en los próximos días un anuncio lo suficientemente rotundo como para convencer a los unionistas de volver al Gobierno de la provincia. La Asamblea y el Ejecutivo fueron suspendidos el pasado octubre tras descubrirse que el IRA había estado realizando tareas de espionaje en el edificio de Stormont, sede de la Asamblea, y en unas oficinas del Gobierno británico.

A última hora de la mañana de ayer y por sorpresa, el primer ministro británico, Tony Blair, y su homólogo irlandés, Bertie Ahern, decidieron cancelar su viaje a Belfast, donde debían reunirse con todos los partidos que firmaron hace cinco años el Acuerdo de Viernes Santo. En lugar de ello, Ahern se trasladó a Londres, donde analizó con Blair la situación.

Un portavoz de Downing Street confirmó que tras las discusiones de las últimas semanas "los dos gobiernos han llegado a la conclusión de que no se han hecho suficientes progresos" y, por tanto, es preferible renunciar al encuentro. La reunión había recibido el respaldo de EEUU.

La propia existencia del IRA, su insatisfactorio desarme y el hecho de que el Sinn Féin --su brazo político-- se sigue resistiendo a aceptar los acuerdos sobre la policía norirlandesa son algunos de los problemas por resolver. Ayer, sin embargo, los republicanos no admitían ser los responsables del aplazamiento.

El líder del Sinn Féin, Gerry Adams, afirmó que su partido "ha hecho un gran esfuerzo" y pidió que "los dos gobiernos publiquen ahora la declaración conjunta y el resto de compromisos públicos".

RESPUESTA UNIONISTA

El líder de los Unionistas, David Trimble, declaró que el proceso de paz en Irlanda del Norte no puede estar secuestrado, pendiente de que los republicanos "exijan por él un rescate". "Nuestra posición hacia los republicanos está muy clara --señaló--. Deben renunciar a la violencia, terminar con su ala paramilitar y completar el proceso de desarme".