Arrozales inundados y hogares arrasados. Este fue el sobrecogedor paisaje que contempló el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, durante su viaje en helicóptero sobre las zonas afectadas por el ciclón Nargis . La visita forma parte de la campaña de presión para conseguir que la Junta militar permita la llegada de la ayuda destinada a los 2,4 millones de damnificados. Según pudieron comprobar los periodistas, las milicias afines a la Junta han decomisado la ayuda para luego revenderla en los mercados.

Por su parte, la Eurocámara aprobó una resolución en la que indica que, si las autoridades impiden la ayuda, serán juzgadas por "crímenes contra la humanidad".