El alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, habla con EL PERIODICO sobre la operación que ha llevado a cabo la policía local en plena Feria de Septiembre contra las multitiendas de alimentación que vendían alcohol sin licencia, en algunos casos también a menores. Hasta la fecha se ha saldado con la apertura de siete expedientes y la incautación de mil botellas y más de un centenar de cajetillas de tabaco. Avisa que los controles seguirán y apuesta por la conciliación con las familias y colegios para atajar el problema del consumo de alcohol entre los menores de edad.

--¿Qué valoración hace de las últimas actuaciones en las tiendas que vendían alcohol sin licencia?

--Hay que agradecer a la policía local y a los inspectores que se han encargado de dirigir esta operación el esfuerzo y el trabajo. Era voluntad política solucionar el conflicto que hay en la ciudad con la venta ilegal de alcohol, y digo ilegal porque estos establecimientos no tienen licencia para vender.

--¿Cómo se tuvo conocimiento de este problema?

--A mediados de verano empezamos a ver que había numerosos menores que salían con bolsas de los establecimientos, y comenzaron las denuncias de padres y vecinos a través de redes sociales poniéndolo en evidencia y alertando de que esto estaba pasando, que llevaba pasando mucho tiempo, y que teníamos que hacer algo. A raíz de ahí, en Junta de Gobierno planteo que se recoja esta preocupación. Convocamos una Mesa de Seguridad con el intendente mayor y el superintendente de la policía para ver qué se podía hacer. Lo primero fue revisar el estado de las liciencias de esos negocios que se conoce que vendían alcohol para ver si tenían permiso o no, y posteriormente diseñar distintas visitas a los establecimientos para denunciarlos. Viendo que seguían incumpliendo la normativa a pesar de que ya tenían denuncias previas, lo que hicimos fue, aprovechando que venía la feria y que sabíamos que iba a haber una afluencia importante de jóvenes y menores, realizar visitas a las tiendas e incautar las bebidas. Una incluso se ha precintado porque la policía local pilló in fraganti a los menores comprando alcohol. Y no se trata solo de menores comprando alcohol, sino que éste podría estar adulterado porque en algunos casos, no todos, se trata de botellas falsificadas de otras marcas y estamos pendientes de los análisis de Sanidad.

--¿Qué otras medidas se tomarán?

--En la feria hemos hecho una campaña de información bajo el lema 'Extrema tu civismo' en la que hacemos recomendaciones sobre el mantenimiento, cuidado y limpieza de la ciudad y sobre la vigilancia y la protección del menor. Decimos explícitamente, y así se lo hemos trasladado a los hosteleros, que vigilen y que estén pendientes de que no entren menores en sus negocios y por supuesto que no consuman alcohol. En cuanto al resto de iniciativas, las planificaremos una vez que hagamos una evaluación de cómo han resultado todas estas medidas. Pero yo creo que hay que hacer una conciliación con familias y con padres, y entre otras iniciativas plantearemos en la escuela de Ampas talleres de educación en centros escolares.

--En cualquier caso, se trata de una medida valiente aplaudida incluso por el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.

--Yo no creo que sea una medida valiente, es una medida que responde a una demanda de los vecinos, de las denuncias y el conocimiento de que se estaba realizando esa actividad ilegal. Yo creo que es una medida que pueden poner en marcha todos los ayuntamientos y estoy seguro que muchos lo hacen. Aquí se le está dando repercusión porque no ha habido un caso cercano similar, pero no hemos hecho nada más que hacer que se cumpla la ley.

--¿No puede resultar contradictorio que a la vez que se actúa en estas tiendas se autorice un lugar expreso para hacer botellón?

--Lo que resulta demagógico es decir que porque no haya un lugar expreso la gente no iba a beber en la calle. En las ferias de los últimos años hemos visto cómo en todos los puntos de la ciudad, en todos, había gente bebiendo con bolsas en la calle. Lo que hemos hecho para esas personas, que por cierto no son menores porque la policía local y protección civil están vigilando que así sea, es exponer un espacio para que en lugar de estar dispersos por toda la ciudad, estén en un mismo sitio. Es una cuestión de seguridad. Todavía es pronto para saber si ha funcionado, pero de momento no ha habido esas grandes concentraciones de gente con bolsas de alcohol ni en la calle John Lennon, ni en la plaza de España, ni en el Arco de Trajano ni en ninguna otra zona. Si hemos logrado el objetivo de que la gente solo beba en lugares autorizados hemos logrado algo y yo creo que eso es un éxito. Otra cosa es que cuando acabe la feria evaluemos con la Junta de Seguridad, los hosteleros y los vecinos si hay que modificar algo o no. Pero había que tomar una decisión y arriesgarse porque no se podía tener diseminado el problema del botellón por toda la ciudad.