La calle Los Maestros será cortada al tránsito de vehículos el próximo lunes debido a las obras previstas para la implantación de la plataforma única y la sustitución de las tuberías de las redes de abastecimiento y saneamiento. Se trata de una actuación prevista en el Plan de Modernización Turística financiada con cargo a los fondos ICO, que completa las obras ya realizadas en las calles Dávalos Altamirano y Peñato, que ya se encuentran casi terminadas.

Según las previsiones de la empresa que ejecuta las obras, los cortes durarán entre un mes y medio y dos meses. Sinerkia, que es la contratista, ha colocado carteles informativos en los portales de toda la calle anunciando el inicio de las obras para este lunes, mientras que el ayuntamiento ha organizado la circulación de la zona para que los vecinos puedan acceder, en la medida de lo posible, a sus viviendas y garajes.

La ejecución de la obra se realizará por tramos, de tal forma que en primer lugar se actuará en el trayecto entre la calle Suárez Somonte y la esquina de la calle Peñato y Viñeros. De esta forma, el acceso a la calle Romero Leal se realizará por la calle Parejos y por Sagasta, mientras que el acceso a Peñato se realizará desde la plaza de Santo Domingo por Viñeros.

Con el nuevo pavimento la calle se adaptará a la Ley de Accesibilidad, eliminado bordillos y otros obstáculos para personas con movilidad reducida, y propiciando una plataforma mixta o de acceso compartido de peatones y vehículos. Al mismo tiempo se sustituirán los imbornales para mejorar la red de drenaje, así como las viejas tuberías de fibrocemento por otras de fundición dúctil.

Con la finalización de las obras en Dávalos Altamirano y, sobre todo, en Peñato, los vecinos ven finalizadas las molestias que han sufrido en los últimos meses debido a que la empresa que se adjudicó inicialmente las obras, Nivel 10 de Ingeniería y Obras, no pudo terminarlas debido a que presentó un concurso de acreedores el pasado mes de enero. Los retrasos que ya acumulaba, y el procedimiento para buscar una nueva empresa que las acabara, dejó Dávalos Altamirano a medio construir y Peñato totalmente levantada. Las abundantes lluvias del invierno agudizaron el problema, ya que se produjeron algunas filtraciones, y el barro se acumulaba en los accesos a las viviendas.