El equipo de gobierno considera que las obras de la calle Santa Eulalia son imprescindibles, "ya que Mérida es Ciudad Patrimonio de la Humanidad y es la calle comercial y eje de la antigua ciudad, por lo que no es conveniente que tuviera un terrazo de más de 40 años". Además señalan que al ser la más transitada, "cambiar el suelo por un material noble como es el granito, mejorará la imagen del centro histórico".

Sin embargo, desde la Federación de Asociaciones de Vecinos, afirman que las obras está causando molestias "a todo el mundo, pero sobre todo a los comerciantes", según señala el presidente, Luis Valiente.

Por su parte, IU considera que hacer estas obras en verano perjudica al turismo, "una de las principales fuentes de ingreso de la ciudad".

En cuanto a los comerciantes, se quejan de los desniveles de la calle y de los daños sufridos en algunas fachadas y umbrales.

Ante estas críticas, desde el equipo de gobierno se señala que la reforma de la calle Santa Eulalia se aprobó hace tres años dentro del Plan de Excelencia Turística, "pero no se llevó a cabo porque se opuso la Junta haciendo uso de su derecho de veto sobre aquel proyecto".

Asimismo, explican que "esta reforma ha tocado cuando se ha podido y ha sido posible. Además, se están realizando los trabajos de noche y con rapidez para intentar causar las menores molestias posibles, aunque siempre haya alguna", afirman.