El ayuntamiento ha solicitado al Consorcio de la Ciudad Monumental la actualización de la catalogación de las viviendas que tienen algún nivel de protección por sus valor arquitectónico. En esta situación se encuentran unas 300 viviendas en el casco urbano y unas 36 fuera del mismo.

El interés por actualizar la catalogación lo expresó el concejal de Obras, Manuel Gámez, en una reunión de la comisión ejecutiva del Consorcio, para que se realizase de mutuo acuerdo con este organismo.

En la reunión, el arquitecto municipal, Juan Caldera, manifestó que había muchas viviendas catalogadas que por su estado de conservación ya no disponían de elementos arquitectónicos de interés.

Por su parte, la directora científica del Consorcio, María del Mar Lozano, expresó la necesidad de que la revisión se debería realizar siguiendo el espíritu de colaboración utilizado cuando se elaboró el Catálogo de Patrimonio Arquitectónico y Arqueológico, en el que participaron varios organismos tanto de la Administración regional como local, y que se aprobó hace tres años junto con el Plan General de Ordenación Urbano (PGOU).

PROPUESTA Tras el debate de las propuestas, la comisión ejecutiva del Consorcio acordó poner a disposición del ayuntamiento todos los recursos técnicos disponibles para emitir un informe sobre el estado actual de las viviendas catalogadas.

En cuanto al catálogo, establece cuatro niveles. El primer nivel es la protección integral y se asigna a edificios cuya conservación debe garantizarse en su totalidad, como la Alcazaba árabe o el convento de las Freylas, junto a la iglesia Santa Eulalia, un edificio religioso del siglo XVI y que en la actualidad es un almacén. El convento está deteriorado y presenta ruina parcial en sus cubiertas. Mientras que el nivel dos de protección arquitectónica se asigna a grandes casas. Pretende conservar fachadas y admite reformas parciales. Hay catalogadas 67 viviendas.

El nivel tres es de protección ambiental y se incluyen 244 viviendas tradicionales populares, de cierto valor arquitectónico, que deben ser conservados.

El cuarto nivel es para la protección de construcciones en el medio rural. Hay 36 viviendas, la mayoría cortijos, como los de Campomanes, en Cornalvo, o el de Don Tello.

La catalogación de las viviendas parte del principio de la protección y la conservación de la ciudad tradicional, de sus trazados y arquitecturas históricas como elementos que componen el ambiente y la imagen urbana.