El Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida propone instalar cámaras de seguridad en algunos espacios monumentales en aras de proteger mejor el patrimonio monumental ante los actos vandálicos. Su director, Javier Jiménez Avila, señala que el organismo está estudiando las posibilidades para poder llevar a cabo esta medida, aunque sería a largo plazo. "No resulta fácil y por ahora no ha sido posible, porque depende de la legislación en materia de protección de la intimidad y de razones presupuestarias", explica.

Esta actuación del consorcio serviría para poner frente a la proliferación de los grafitis en los monumentos, ya que las pintadas ilegales están penadas con multas según se recoge en las ordenanzas municipales. Con respecto a las que se encuentran en los muros traseros de la Alcazaba, Jiménez avanza que se van a eliminar por parte de los técnicos de conservación, debido a que la forma habitual de proceder es esperar a que se acumulen unas cuantas. En este sentido, el director apunta que desde que accediese a este cargo el pasado mes de octubre, el organismo ha interpuesto tres denuncias por pintadas en el patrimonio y la incidencia se mantiene estable. "Cuando en la sociedad hay vandalismo y se orienta a los monumentos no es un problema solo de los organismos que están encargados de la custodia de los monumentos, sino que es un problema de educación y falta de sensibilización de toda la sociedad", puntualiza Jiménez.

Sobre este asunto desde el consorcio se actúa a través de tres frentes: jurídico, de conservación y didáctico. Así, en materia jurídica lo primero que se realiza es un informe de evaluación de daños y posteriormente se interpone una denuncia en el juzgado. En algunos casos, el propio departamento de conservación es el que limpia las pinturas de oficio. En el apartado didáctico, el director indica que "todos los trabajos de difusión social hacen hincapié en la necesidad de respetar los monumentos sin este tipo de actos vandálicos".