La polémica está servida. El Ayuntamiento de Mérida ha puesto en conocimiento de su gabinete jurídico y la Policía Local un «bulo» que circula por Facebook denunciando la acumulación de restos de ataúdes «e incluso huesos» junto a ripios y basura en una zanja del cementerio municipal. La publicación parte de una vecina de la ciudad y se ha difundido en las últimas horas con una foto.

«Todo tiene un límite y jugar con la sensibilidad de las personas que están enterradas ahí entendemos que sobrepasa ese límite aceptable de la rumorología que pueden tener las redes sociales», afirmó ayer la edil responsable del cementerio, Silvia Fernández.

La delegada lamentó los comentarios que la publicación ha suscitado y confirmó que el tema se va a llevar a los juzgados. «Están luchando por los muertos de las cunetas y ahora los tienen en un hoyo» o «Se podían aprovechar para las brasas de las barbacoas de los restaurantes... total solo van guiris» son algunas de las frases publicadas que ya está analizando el gabinete jurídico.

Fernández explicó que la imagen se ha tomado en una zona restringida a los ciudadanos y autorizada solo para los empleados municipales del cementerio. Se trata de una zanja «no visible al público desde ningún ángulo» en la que se depositan las cajas fúnebres que se obtienen cuando el cuerpo de la persona fallecida se traslada a un osario o por deseo de la familia se entierra a alguien más en el nicho o panteón. «Una vez que hay una cantidad suficiente, nos deshacemos de ellas de acuerdo a la normativa vigente», afirmó. Fernández negó «absolutamente» que en esa zanja haya restos humanos y reiteró: «No se tira ningún hueso humano a ninguna fosa».

MEJORAS / La delegada señaló además que ha sido el actual equipo de Gobierno el que mandó abrir la zanja para depositar los ataúdes sobrantes, pues tras el cambio de gobierno en el año 2015 se encontraron «una pila de cajas que ofrecía al cementerio una estética bastante desagradable». Ahora, insiste, la zona está precintada para evitar el paso y las cajas se almacenan de esta forma para que no sean visibles al público.

Silvia Fernández recordó que este tipo de polémicas se crean porque «utilizamos como herramientas las redes sociales» y matizó que «hay cosas incoherentes que es mejor no compartir». «Contestaremos a través de los juzgados, para que la gente sea consciente de la responsabilidad que tienen sus comentarios en las redes sociales», concluyó.