Los trabajos para derribar el muro perimetral del antiguo cuartel Hernán Cortés comienzan hoy. Se iniciarán por la calle Teniente Flomesta, lo que hará necesario el corte del tráfico en esta vía, que aunque no soporta un tránsito elevado, es utilizado por muchos conductores para estacionar.

Esta actuación, que ejecutará la empresa Jesús Hernández por un importe cercano a los 60.000 euros, fue anunciada en septiembre, y cumple con un doble objetivo. Por un lado, dejar a la vista de vecinos y visitantes el mayor yacimiento arqueológico urbano de todo el país. Actualmente el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida centra sus esfuerzos en concluir unas prospecciones que se extienden por una superficie de unos 7.000 metros cuadrados. Precisamente, facilitar estas excavaciones es la otra razón por la que se lleva a cabo el derribo de los 350 metros de muro de mampostería, y especialmente una nave construida en su interior que dificulta el trabajo de los arqueólogos.

Una vez derruido, se colocará una valla de cerramiento de malla, para proteger el yacimiento de la entrada del personal no autorizado, pero permitiendo a todo el que lo desee observar los trabajos arqueológicos.

Una vez eliminados estos elementos, el legado de este asentamiento militar que comenzó a construirse en la década de los años 20 en la ciudad quedará únicamente en los archivos y en la memoria colectiva de la ciudad. El alcalde de Mérida, Angel Calle, tiene previsto acudir esta mañana al inicio de los trabajos de demolición, que según indica en una carta remitida a los vecinos del entorno, supone "un paso más" en el proceso de transformación de este punto de la ciudad, que en el futuro acogerá un importante centro de atracción de turistas con la construcción de la sedes de varios museos y otras dependencias públicas.

REVERSIONISTAS El futuro del Hernán Cortés se ha visto modificado y retrasado varias veces. El proyecto comercial proyectado por el anterior gobierno del PP se sustituyó con la entrada del actual por otro de corte más cultural y turístico, motivado principalmente por la importancia de los hallazgos arqueológicos que han ido apareciendo en la zona, y que se integrarán en la visita turística de la ciudad.

Otro de los capítulos más importantes ha estado en la reclamación de la propiedad de los terrenos por parte de los llamados reversionistas, que son los herederos de los titulares de las parcelas sobre las que se construyó el antiguo cuartel de artillería. El ayuntamiento ha puesto fin a esta situación. El pasado 5 de noviembre aprobaba los convenios firmados con varios de estos reversionistas según los cuáles se fijan las operaciones de permuta de los estos terrenos por otros de titularidad municipal.