La mejor feria de Extremadura para unos y el detrimento del recinto ferial en favor de la zona centro, para otros. Ese es el balance de la feria dependiendo de si lo hacen los miembros del equipo de Gobierno o responsables de algunas de las casetas del ferial, que se han quejado de la potenciación de los actos en la zona centro, sobre todo durante la mañana y el mediodía, beneficiando a los locales de copas --que han hecho su agosto -- y perjudicando a quienes trabajan en el recinto. El alcalde Pedro Acedo no es de esa opinión y asegura que la feria de Mérida "está a la cabeza de Extremadura" y se muestra muy satisfecho de lo conseguido, a la vez que recuerda que "hace unos años era constante la petición de que se recuperara la feria en el centro de Mérida y ahora, que lo hemos hecho, algunos lo critican, esto no hay quien lo entienda".

Ajenos a estos balances políticos se muestran los ciudadanos de a pie, sobre todo los más de 5.000 que se dieron cita la noche del lunes para ver el concierto de El canto del loco, el que más personas ha congregado de los conciertos celebrados en el albergue.

Algunos de ellos quizás recorrieran ayer las calles del centro en bicicleta o participaran después en una yincana para por la noche acercarse al ferial y poner punto y final a cinco días y seis noches de fiesta disfrutando de los fuegos artificiales.

Ahora, el protagonismo lo toman los operarios de limpieza y los trabajadores que se encargan de desmontar las casetas y las atracciones. Será hasta dentro de un año.