Los estanqueros de Mérida consideran que están perdiendo un 25% de sus ingresos habituales por la bajada en el precio de las cajetillas de tabaco. Por ello, anoche se reunieron para analizar la situación y decidir si toman alguna medida de presión al respecto. Al cierre de esta información aún permanecían reunidos, aunque la posibilidad de hacer una huelga no la consideraban muy factible, primero porque son empresarios y no les está permitido hacerla y, además, porque el cierre les haría perder aún más dinero, comentaban ayer algunos de ellos.

Los propietarios de estancos argumentan que se han visto sorprendidos por la bajada de precios de hasta 65 céntimos por cajetilla de las marcas más vendidas, como Fortuna, Marlboro y Chester. "Compramos a un precio y al día siguiente lo tenemos que vender mucho más barato, con lo que tenemos material en almacén", comentó uno de estos estanqueros. La razón fundamental de la pérdida de ingresos es esta, reitera, no así la bajada de las ventas, que "incluso puede ser mayor porque si el tabaco baja de precio, los fumadores pueden comprar más".

Sus compañeros catalanes han ido a la huelga, una práctica prohibida para los empresarios, pero que se puede llevar a cabo aludiendo, por ejemplo, que la realizan para hacer inventario. En Mérida, esta medida radical la ven complicada, porque "si cerramos aún perderiamos más dinero y bastante daño nos han hecho ya", aclaran.