Los cursos de verano del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida son, sin duda, seña de identidad del organismo. En su XXI edición, que se ha desarrollado del 9 al 27 de julio, han participado 45 alumnos procedentes de universidades de todo el país para ampliar su formación teórico-práctica en tres ramas: Arqueología, Conservación y Restauración, y Museografía. La secretaria general de Cultura de la Junta de Extremadura, Miriam García Cabezas, y el director del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, Félix Palma, fueron los encargados de clausurar los cursos estivales el pasado viernes e hicieron entrega de los diplomas a los participantes.

Cabezas destacó que el objetivo de estos cursos ha sido «proporcionar» a los jóvenes participantes, estudiantes de las diferentes especialidades vinculadas con el patrimonio, «una formación íntegra en todos los sentidos y eminentemente práctica, puesto que están trabajando en el yacimiento arqueológico emeritense, que es Patrimonio de la Humanidad». Los alumnos trabajaron con los materiales directamente sobre el terreno del yacimiento, al tiempo que realizaron una labor de investigación, de conocimiento y de intercambio de experiencias y saberes entre ellos mismos.

La formación teórica se impartió a través del ‘Seminario sobre Arqueología y metodologías aplicadas al Patrimonio’, en el que participaron diferentes especialistas y profesionales procedentes del ámbito científico nacional e internacional que les transmitieron sus conocimientos y las últimas investigaciones en la materia. Asimismo, los alumnos del curso de arqueología completaron su formación con un curso de empleabilidad que, sin duda, «les ayudará en su inserción en el mundo laboral en un futuro», gracias al patrocinio de la Escuela de Organización Industrial (EOI) y al Sistema de Garantía Juvenil.

Por su parte, el director del organismo monumental subrayó que estos cursos de verano «forman parte de la esencia del consorcio, de la responsabilidad que tiene de formar a futuros profesionales en las diferentes ramas del patrimonio». En este sentido, Palma manifestó que estos curso aportan «una vertiente práctica, que muchas veces carece en el mundo universitario».

La Casa romana del Mitreo ha centrado buena parte de los trabajos que se han realizado durante los cursos, asimismo, se ha trabajado en torno a los mosaicos de la Casa del Anfiteatro. Para Irene García, estudiante de arqueología, natural de Granada, la participación en el curso de arqueología ha supuesto «una experiencia única porque no había excavado antes y en Mérida ha sido muy bonito». La alumna destacó la importancia de haber podido desarrollar esta formación en un yacimiento arqueológico como el emeritense. Con respecto a los trabajos realizados en la Casa del Mitreo, los resultados no han podido ser más satisfactorios: «Desde el primer día conseguimos grandes hallazgos como terracotas femeninas muy bonitas, monedas y cerámicas que nos han permitido datar el yacimiento en el que estábamos interviniendo».