Nos ha venido a visitar y quedarse entre nosotros la planta más dañina del mundo, se llama ´Camalote´, ´Jacinto de agua´ o ´Aguapié´. Nos ha invadido hasta tal punto que es preocupante la situación.

Los que paseamos por las márgenes del río observamos como la planta se va apoderando de todo su entorno. Es bonita y, como una tentación, hasta gusta verla. Su flor es de color púrpura y violeta y tiene un verdor que atrae.

La Confederación Hidrográfica del Guadiana está estudiando las posibilidades de eliminarla, quitarla a mano es muy costoso por su abundancia y se va a emplear un herbicida que no contamine el agua. Hay muchas poblaciones que toman el agua de nuestro río y podría ser peligroso, como sería peligroso para la flora y la fauna.

Vemos cada mañana a muchos pescadores. Ya se van perdiendo las especies autóctonas y se apoderan de las que han venido de fuera como el lucio o percasoles, y se ven cada vez menos las pardillas, bogas y por el momento van perdurando las carpas.

Hace unos años vino una invasión de cangrejos de río. Cuando el hombre se dio cuenta que estaban muy ricos con arroz y para el aperitivo un poco picantitos, han comenzado a desaparecer, van quedando pocos y los ejemplares que se encuentran son tan escasos, que ni para el aperitivo.

El ayuntamiento se ha puesto a disposición de los organismos competentes para facilitarle su labor, y sobre todo y ante todo la parte que esta en Mérida.

Como solemos decir por esta tierra: no queríamos caldo: dos tazas y la última rebosando. ¡A por el camaloteeee!