Durante los trabajos de inspección de la fosa común aparecida en el cementerio se han recogido 46 fragmentos de huesos y esquirlas, la mayoría carbonizados o afectados por el fuego.

Así se recoge en el informe de la Sociedad de Ciencias Aranzadi realizado por el profesor titular de Medicina Legal y Forense del presidente del Departamento de Antropología de la Universidad del País Vasco, Francisco Etxeberria Gabilondo.

Los restos encontrados pertenecen a fragmentos de cráneos (uno de ellos de un joven), de huesos de las manos y de los pies, de costillas y de clavículas.

En el otro informe elaborado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, añade que además de restos óseos, se ha encontrado "el blindaje de un proyectil, un pequeño resto textil de color oscuro y una hebilla de cinturón, además de dos vainas de cartuchos de arma de fuego".

En cuanto a los casquillos recogidos, se trata de dos vainas del calibre 7x57 mm Máuser, "que por el claro marcaje en el culote de uno de ellos se puede decir que está fabricado por la Pirotécnica de Sevilla en el año 1925, munición que era la reglamentaria en el Ejército y en los cuerpos de seguridad".