TEtste Estatuto, como cualquier otro, debe recoger que se cumplan las leyes y decretos en los que se determinan claramente dónde y qué otras instituciones deben estar en la capital de Extremadura. Llevamos ya muchos años esperando que se cumpla la Ley en lo más esencial. La justicia debería haber entrado de lleno en este asunto hace ya mucho tiempo, sobre todo cuando ha quedado demostrado que nuestros políticos han sido incapaces de cumplirlas, y no sabemos porqué razón.

Hay muchos políticos que han sido cómplices del incumplimiento de las leyes y siguen indemnes sin sufrir sus consecuencias. El desinterés y la despreocupación para con la capital autonómica ha sido tan grande que a veces hubiéramos preferido continuar nuestra senda industrial de los años 60, antes que transformarnos en una ciudad al servicio de los demás sin compensaciones de ningún tipo. Pensamos que los políticos no pueden seguir mirando hacia otra parte.

La residencia presidencial debe aparecer en el Estatuto, haga uso o no el presidente de turno, porque su ocupación no debería ser un privilegio, sino una obligación. Sin embargo, el Sr. Monago ha originado una polémica absurda que un buen político, con sentido común, nunca debería haber creado, salvo que existan otros intereses ocultos.

En el Estatuto deben aparecer los derechos de la ciudad y las necesidades más perentorias que una capital autonómica necesita, pero también las obligaciones para con los organismos y las personas de la región, olvidándose a la hora de redactarla que estamos en precampaña electoral, porque eso es otra historia.

Por eso quiero hoy resaltar que puede ser muy importante para nuestra ciudad que los cuatro grupos políticos en la Asamblea (PP, PSOE, IU y Prex-Crex) recojan las súplicas, las pretensiones y los mínimos deseos de todas las asociaciones culturales, sociales y vecinales, entendiendo que el consenso debe ser la principal premisa para aprobar este Estatuto, y es que el mismo no se puede aprobar a cualquier precio.

Si este Estatuto se aprueba como esperamos el día 5 de marzo como está previsto y por consenso, siempre recordaremos que para Mérida esta legislatura, a pesar de todo, fue una de las mejores.