THtace más de nueve años, en el Hotel Las Lomas y a petición del Club Rotary de Mérida, tuve la oportunidad de compartir con emeritenses y amigos de otras latitudes una entrañable noche de cena ofreciéndole un merecido homenaje al mejor escultor emeritense de todos los tiempos, heredero sin duda de los mejores artistas romanos del martillo y el cincel que la historia nos haya podido deparar.

Aquella noche (fue el 10 de junio de 2005), por más señas nuestro amigo Juan no vino para que le hiciéramos un homenaje. No lo necesitaba, era Juan de Avalos , mucho artista como para necesitar de agasajos y homenajes que llenaran su particular ego.

A mí me dio la posibilidad de dirigirle unas humildes pero cariñosas y sinceras palabras que luego se refrendaron con un fuerte y emotivo abrazo a petición suya. Le dije que mi presencia allí aquella noche no era en calidad de hombre público (porque no lo era), que lo hacía como un sencillo hombre de la calle, como un cualquier paisano más, como un José Luis Arellano cualquiera.

Sabemos de las incomprensiones que como emeritense de la época y artista de élite tuvo que sufrir a lo largo de todos aquellos años... Como tantos otros Leonardo Da Vinci, Michel Angelo o Raffaello y, seguramente, porque Dios o el destino han querido señalarle con el dedo a él también, entre los mejores, como a ellos. Ya por fin va a tener en su ciudad la mejor de las enseñas de las que un ciudadano puede presumir: su propio museo, algo que ya quisiéramos muchos disfrutar.

Por eso hoy, con mi reconocimiento, quiero decirle: Gracias, Juan, en mi nombre y en el de todos los emeritenses que somos... Gracias, por todo lo que has hecho por tu ciudad a pesar de las incomprensiones y ahora que la divina providencia por fin se fijó en tí para encargarte la mejor obra de tu vida, que es la de engalanar el cielo; aunque ya no podamos disfrutarte, recuerda Juan que todos diremos con orgullo: Juan de Avalos, era escultor, era romano, era lusitano y era de Emérita Augusta. Y además de todo eso, has sido otro gladiator más para la historia.