WLwa moción de censura presentada sin posibilidad de éxito por Josep Piqué no le sirvió para desplazar a Artur Mas como referente de la oposición al Gobierno tripartito de Cataluña. Y, de forma paradójica, trajo distensión.

1) El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall , aprovechó la sesión para pedir excusas por sus excesos verbales a, genéricamente, los ciudadanos de Catalunya. Lo hizo sin corregir el fondo de sus palabras sobre el 3% y pidiendo que la comisión de investigación y la justicia aclaren tanto lo sucedido en el Carmel como las posibles irregularidades en la obra pública.

2) Artur Mas también aprovechó la moción e intentó enmendar el error de haber presentado una querella sin futuro que además atentaba contra la libertad de expresión en el Parlament. Retiró la querella pese a que Maragall le subrayó que no le pedía que lo hiciese, para que nadie crea que hay ahora un pacto de silencio sobre la corrupción.

3) El PP quedó en fuera de juego. No sólo le replicó Maragall, sino que Mas cargó contra la moción.

Al final, pareció quedar reencauzada, aunque dejando cicatrices, la situación tras la crisis tan avivada por todos. Posiblemente es sólo una tregua, aunque a la catalana.