WLwa entrevista de dos horas y media que mantuvieron ayer en la Moncloa Rodríguez Zapatero y Rajoy tuvo todas las trazas de ser el primer paso para recomponer la unidad de acción de los dos partidos mayoritarios españoles ante el terrorismo. Media un abismo entre el compromiso que asume el presidente de tener bien informado al líder de la oposición y su falta de confianza en PP, expresada hace pocas semanas. Y es todavía mayor la distancia entre la insidia de Rajoy de que el Gobierno mendigaba una tregua con ETA y su oferta de apoyarle. Hay algo que está muy claro en el proceso de pacificación de Euskadi: la iniciativa corresponde al Gobierno español y se precisa la implicación del Partido Popular. Hasta el Gobierno vasco, que quiere un espacio propio en la negociación, reconoce que los populares han de jugar un papel destacado aunque se hayan negado a participar en la primera ronda de los contactos de Ibarretxe. El realismo con el que Rajoy se ha reunido con Zapatero equivale a un alto el fuego responsable del PP en su todo vale contra el Gobierno y contra los nacionalismos. Pero hará falta cuidar ese clima de entendimiento para que no resurja la crispación cuando lleguen las primeras dificultades.