Maestro

Pasó el puente del día 12 y tras el desfile de las fuerzas armadas, la polémica. ¿Era el desfile sólo de nuestras fuerzas armadas? Si era así, ¿qué pintaban otras banderas? Si en el desfile se quería rendir homenaje a otras fuerzas que están con las nuestras en la guerra de la que Aznar y los suyos nos han hecho partícipes, ¿por qué no desfiló la bandera británica? ¿Acaso por el contencioso de Gibraltar? En cualquier caso, el gobierno y los suyos son muy libres de llevar la ropa interior de barras y estrellas, pero, ¿por qué un ciudadano que se ha manifestado claramente contrario a la participación de nuestras fuerzas armadas en la guerra del tejano puede ser víctima de un acto terrorista de los anunciados por el hombre menos encontrado de los buscados por EEUU? Y por si fuera poco, aumentamos el riesgo organizando en Madrid la cuestación internacional para la reconstrucción de Irak. Las elecciones madrileñas están señalando la diferencia entre los programas de unos y otros. Frente a las autopistas de pago para los ricos que tienen prisa y dinero para pagarlas, la gratuidad del transporte público para quienes no tienen trabajo o cobran salarios miserables derivados de los contratos basura que les pagan los que van por las autopistas de pago, o para quienes tienen que detraer de su insuficiente pensión, unos euros para moverse. Mientras el Príncipe visitaba un instituto en el barrio más duro de Sevilla, la candidata Esperanza se agachaba en un colegio para salir en los medios acariciando niños y prometiendo más apoyo a la enseñanza privada. Lo de la vivienda es punto y aparte y cada día, gracias al trabajo de investigación de algunos medios de comunicación, todavía libres, vamos sabiendo más cosas de los entramados que deciden el reparto del suelo urbanizable. Así nos hemos enterado del negociete del amigo iraquí del amigo tejano de Aznar, o de la casualidad de Guadalajara. Además de todo eso, los malos ejemplos. Coincidiendo en el tiempo conocemos el alto índice de absentismo escolar de nuestros jóvenes, incluso en tramos de edad en que la enseñanza es universal y por lo tanto gratuita, y el vergonzoso absentismo de treinta y ocho diputados, de los que veintidós eran del grupo popular, que impidió la aprobación de las enmiendas del Senado a la Ley de Enjuiciamiento Criminal. ¿Tendrían fuerza moral para aprobar una nueva ley que estableciera medidas para perseguir y castigar el absentismo escolar? Sin comentarios. Por aquí todo el mundo anda con el AVE en la boca, aunque la última palabra la tiene Portugal. Mientras tanto, uno se siente estafado cuando tiene que tomar el tren y pagar el billete. Los talgo son presuntos y los regionales son de tercera regional. Parece que la televisión, a pesar del PP, saldrá adelante y volveremos a disfrutar con el trabajo de nuestros profesionales, alguno de ellos insuperable. La calle sigue igual. ¿Alguien sabe por qué no se arregla? ¿Habrá que recurrir al Defensor del Pueblo? Un deseo, que haya muchos votos en Madrid, para demostrar a quienes gobiernan que nosotros, los ciudadanos, cumplimos con el derecho y la obligación democrática de votar.