Coacción a la familia

La elección del tanatorio

Mª del Pilar Castroviejo García // Cáceres

El pasado 14 de mayo falleció un familiar mío. Tenemos póliza de decesos con Santa Lucía. Dimos parte del siniestro a la compañía comunicando nuestro deseo de ir al nuevo tanatorio de Cáceres. Nos dijeron que sí, pero nos pusieron muchas trabas advirtiendo que si se producía algún gasto funerario fuera de póliza tendríamos que cubrirlo nosotros.

Les dijimos que lo aceptábamos, pero que queríamos el nuevo tanatorio. El nuevo tanatorio nos garantizó que no existía ningún gasto funerario aparte de lo que cubría la póliza.

A continuación, sorprendentemente, recibimos llamada del tanatorio San Pedro de Alcántara diciéndonos que ellos debían hacer el servicio de mi familia porque eran los «proveedores» de la compañía Santa Lucía. ¿Perdone...? ¿Qué usted se va a hacer cargo de un fallecimiento sin que nadie le haya llamado? ¿Pero esto qué es? ¿Quién le ha dado mi teléfono? ¿Qué interés existen entre estas compañías para coaccionar a la familia en unos momentos como esos cuando les hemos manifestado nuestra voluntad? ¿Cómo puede consentir Santa Lucía hechos tan bochornosos en vez de facilitar los trámites? ¿Para esto llevamos pagando toda la vida un seguro?

Tras esto y no estar contentos con su comportamiento, mi familiar que había solicitado la incineración, nos comunicaron que la hora sería las 12.30 de la mañana.

Llamó otro familiar, ya que no llegaba a los oficios religiosos y quería llegar a la incineración, y cuál no sería su sorpresa cuando le dijeron que esa persona sería incinerada a partir de las 14.00 horas; nos llamó para decírnoslo y la contestación de los señores del tanatorio San Pedro era que como no estaba en sus instalaciones, sino que se encontraba en otras, debía esperar.

Nosotros hablamos con la persona que correspondía de Santa Lucía y le dijimos que ya podía ir haciendo algo o desde luego todas las pólizas del resto de familiares se iban a rescindir por no hacer debidamente su trabajo y reírse como lo estaban haciendo en una situación tan dolorosa como la que estábamos viviendo.

He de decir que después del mal trato por parte del personal del tanatorio San Pedro de Alcántara, nos llamaron directamente desde la sucursal de Santa Lucía de Cáceres y la persona que me atendió, entendió perfectamente mi situación y en todo momento fue correcta conmigo.