DECLARACION DE LA RENTA

La casilla de la Iglesia

Isabel Costa Espluga

Correo electrónico

No sé si el público sabe que los borradores que Hacienda envía a los contribuyentes que lo solicitan, para que confirmen si están de acuerdo con la Declaración de la Renta que Hacienda les propone, que en ese borrador ya está puesta la cruz en la casilla para la asignación tributaria que no la Iglesia católica. Esto supone que si no se dan cuenta y no lo corrigen, su aportación irá a parar a otras organizaciones que no son la Iglesia. En caso que el contribuyente quiera destinar su aportación a la Iglesia, no debe confirmar ese borrador sin hacer la corrección, y asegurarse que esta corrección llegue a la Agencia Tributaria de forma explícita, pues no hacerlo, implica que la Iglesia no reciba esa aportación específica. Esta forma de funcionar, me parece una injusticia y una falta de ética profesional por parte de quien lo haya planteado así. No sé si el señor ministro se habrá enterado, pero convendría que lo supiera y que mande corregirlo.

LAS VERSIONES DE ´EL CANDIL´

Y falta el décimo y principal

M. Carmen Núñez Mangas

Olivenza

"El Candil se vuelve juguetón, se disfraza, se camufla". La idea original del señor Sánchez Amor, elevada ahora, después de ser elevada durante más de 65 años a cotas insospechadas, de recorrerse la geografía regional, peninsular y de ser llevado al extranjero en numerosas ocasiones, en volandas; después de años y años de sacrificios, de sudor, de sangre y lágrimas por el grupo de coros y danzas La Encina de Olivenza, ahora se reinventa: el magnífico grupo Manantial Folk pues conocemos su música, hace la versión tradicional, tal cual, sin disfraces; yo creo que lo dirán por lo de los trajes que usan los del grupo, AH. Es verdad, es que el grupo pertenecía a la extinta Sección Femenina y, claro, los disfrazó y les puso un traje portugués, para que el disfraz fuese más original; el musicólogo José Jaime Vega dice que según algunos estudiosos es el resultado de un tipo de fado corrido, llamado así por uno de sus pasos, pero lo que no dice es de dónde lo ha cogido. Yo se lo voy a decir: lo cogió de la revista editada por el grupo que durante más de 65 años canta y baila El Candil , y tiene copy (perdón por el disfraz). Un apunte: la primera grabación se hace en Madrid, en 1976, con Hispavox, SA, con los grupos mixtos de Badajoz, Cáceres y Olivenza; eso sí, iban todos disfrazados. Y no decimos que el señor Sánchez Amor no tenga buenas ideas, le decimos que la perfección es el 10 y ¿adivinan ustedes quién es el 10? Pues eso. Grupo de coros y Danzas La Encina .

SOBRE FALSAS TRADICIONES

Conceptos artístico-históricos caducos

Miguel Bolz Fernández

Cáceres

Doña Guadalupe Díaz Martín, como concejala del inexistente partido Extremadura Unida, entregado en rigor mortis al Partido Popular, muestra en una Tribuna de El Periódico su indignación por lo que ella entiende "manipulación de la fiesta y desfile tradicional de nuestro patrón San Jorge". No estaría de más que se documentara mínimamente y aclarara su concepto de "tradición". Germán Sellers de Paz, reputado periodista y magnífico cronista del Cáceres del siglo XX, en la primera edición de su libro Cáceres visto por un periodista y haciéndose eco de historiadores o recopiladores de historias anteriores a él, como Rodríguez de Molina, Publio Hurtado y Pedro Lumbreras, nos refiere la constitución de la cofradía de San Jorge en 1548, pero no documenta celebraciones en su honor hasta principios de siglo. Festejos que se concretarían en la quema de enseres inservibles en las aún existentes hogueras y las batallas de brevas. Junto a estas manifestaciones populares pero sin regularidad ni excesivo entusiasmo, también se celebrarían misas solemnes y procesiones cívicas portando el pendón de San Jorge. Pero la lucha entre moros y cristianos no entra a formar parte de los festejos hasta la década de los años cincuenta, imponiéndose por voluntad del obispo valenciano Manuel Llopis Iborra, a imitación de los festejos levantinos, recayendo su organización y protagonismo en los jóvenes de Acción Católica. A partir de 1962 --sigue informando Sellers-- queda suspendida esta fugaz costumbre, no siendo recuperada hasta los últimos años ochenta, siendo concejala de festejos M. Fernanda Sánchez Franco y mantenida hasta nuestros días en una recreación cuyo aspecto lúdico ha primado siempre por encima de una nunca buscada rigurosidad histórica.

Cualquier mente debidamente engrasada --excepto la de algún iluminado-- convendrá en que difícilmente puede considerarse como tradición popular, ni mucho menos autóctona, esta reciente e interrupta costumbre. Y dándolo por sentado, habría que pasar a una reflexión crítica. ¿Qué ley inexorable impide que una simple representación alegórica pueda ser modificada en pos de una mayor vistosidad artística, en sustitución o complementando a la consabida, típica, tópica e insulsa batallita con espadas de madera?