Los ordenadoresy Extremadura

Ante las opiniones expresadas por don Angel Hernández Tovar en El Periódico del 30 de octubre, quiero hacer las siguientes consideraciones:

La dificultad no estriba en comprarse un carísimo coche y no disponer de gasolina, puesto que sólo hay que acercarse al surtidor y negociar los litros necesarios para que el motor funcione. La dificultad se encuentra en si, quien se ha comprado el coche, no sabe conducir y, lo que es peor, no sabe que existen autovías (de la información) para circular con comodidad y sin atascos por todo el mundo.

El problema se acrecienta cuando, al no poder viajar (navegar), se desconoce que hay más de 60.000 coches (ordenadores) circulando todos los días por las autopistas de la educación y que sus conductores aprendieron fácilmente, sin traumas, en poco tiempo y... con ilusión por cambiar el futuro.

Por último, el motor de un coche carísimo suele venir blindado (con códigos que sólo conocen algunos mecánicos) y eso representa una dificultad añadida para quien, además de no saber conducir, no conoce la utilidad del coche y no quiere aprender.

Extremadura ha impartido e imparte cursos de conducir por las autopistas de la información a todo el que quiere aprender, ha descodificado el motor (software libre) para que cualquiera pueda adaptarlo a sus necesidades y ha puesto coches (ordenadores) a disposición de todos los usuarios (estudiantes, profesores, ciudadanos en general).

Siempre engañaron a los más débiles diciéndoles que los coches (las tecnologías) eran sólo para quienes podían pagárselas, que consumían y exigían esfuerzos y, además, para evitar disconformidades, les proporcionaban profesionales sin carnet de conducir. No debe doler que Extremadura esté la primera en esta materia.LUIS MILLAN VAZQUEZ. Consejerode Educación, Ciencia y TecnologíaItineranciaficticia

La señora Novillo Corrales ha vertido una serie de juicios de valor, en este diario, respecto a mi situación profesional, inaceptables por inciertas. Es falso que me niegue a impartir clases en Valdemorales, que esté en desacuerdo con el carácter itinerante de la plaza e intolerable que se me impute implícitamente coacción a la administración faltando a mi trabajo.

La realidad, sinópticamente descrita, comienza en 1966, cuando se transforma mi plaza, de forma subrepticia en lo que a mi caso se refiere, de fija a itinerante. Incumpliéndose lo declarado en la OMEC 1-6-1992, no se me ha notificado jamás la precitada transformación, vulnerándose también lo estipulado en la Ley 30/1992, que jamás define la nulidad de la resolución modificativa, según se produjo.

En su día reclamé al respecto y en septiembre de 2003, cuando retorno a mi destino después de siete años de ausencia, continúo reclamando ante la Consejería de Educación, en diez ocasiones por ahora.

La única actuación exigible a la administración educativa para normalizar la situación es la notificación de la modificación --lo cual incumple la consejería--, situándome en indefensión y en evidente discriminación respecto del resto de los docentes en similar situación, lo cual es un comportamiento arbitrario y caprichoso, todo ello vulneratorio de los artículos 24, 14 y 9.3 de la CE.

En función de un conocimiento oficioso, no puedo darme por notificada de la expresada transformación, pues sería cómplice de una ilegalidad a la cual daría carta de naturaleza por la vía de hecho.

La contumacia con que actúa la administración educativa con quien suscribe, obedece a causas extraordinarias y personales, sin importar incumplir el mandato constitucional y las normas que lo desarrollan, que obligan a toda administración pública a actuar con imparcialidad, objetividad, con sujeción al Derecho y en beneficio del interés público.TERESA MARTIN DE BENITO. Cáceres

Vivir enAldea Moret

A través de ésta, pretendo llamar la atención pública sobre la inaguantable situación que viven varios vecinos de la calle Juan García García, de Aldea Moret, sin duda, la zona más conflictiva y desfavorecida del barrio y, ni que decir tiene, también de Cáceres.

Varios bloques de edificios (es necesario decir que de 6 plantas) carecen de luz comunitaria por impago. Lo de siempre, unos quieren pagar y otros no. El problema de la falta de electricidad no es más que otro que añadir a la lista. El interior de estos edificios es inimaginable: papeles quemados (utilizados como antorchas y posteriormente tirados al suelo), orines, agujeros de más de 50 centímetros en paredes, basura acumulada durante semanas...

La anarquía es total, nadie pone orden y son muchas las familias que no pueden más y maldicen el día en que se vieron forzados a solicitar una vivienda social.JULIA M. BORRELLA ROMERO. Casar de Cáceres