TFtaltó Bond, James Bond , en la inauguración del Casino de Badajoz. Las crónicas hablan de "lo más granado de la ciudad", tres mil invitados, música y glamour: Jaime Ostos y la doctora Grajal (Belén Esteban no estaba). "Pues si estaba lo más granado... ¿por qué no me han invitado?". Me dice mi vecino saliendo para jugarse la extraordinaria en la ruleta. Ruletas rusas van a necesitar más de dos cuando vean que lo que ganan como empleados de la Plataforma Logística, se queda en las mesas del casino. Salió el 21 y el presidente de la Junta puso cara de tahúr de película del oeste. Detrás de él, el alcalde Celdrán apabullado. Delante de los dos, un reto, que Badajoz de la que alguien dijo que: "¿En dónde tienes tu gracia sin mar ni montaña?", se invente a sí misma, se recree y se quiera un poco. En la calle los empleados pintaban farolas para que el brillo y esplendor de este casino no se nuble.

"¿Y un casino para qué sirve?". Para promocionar, para dar que hablar, y para escribir novelas negras. Puede que dentro de unos años, Badajoz sea la capital de la novela negra. ¿Se imaginan a un perdedor saliendo entre las brumas de noviembre junto al Guadiana, con los bolsillos vueltos, la corbata desajustada, y enrolándose como espía portugués o mercenario para desentrañar el secreto de la técula-mécula? ¿Y el crimen de la bolita y el vendedor de parisién ? ¿Y el caso de la mujer de traje largo perdida en el parque de Castelar, seducida y abandonada?

Tenemos casino y es un paso. Ahora toca tener biblioteca, que también tiene mucho que ver con las novelas. Ya sólo falta el tema de la autoestima para ser: Segunda guasintón, con casino y toa la leche de Primera División .

*Dramaturgo y directordel consorcio López de Ayala