El presidente de los socialistas placentinos, Cándido Cabrera , está muy disgustado con sus compañeros de partido, especialmente con la alcaldesa, Elia María Blanco , por no acudir a la romería de la Virgen del Puerto, celebrada en pasado domingo. Cabrera no entiende por qué la nueva corporación no sabe diferenciar el hecho de ser o no católico con mantener una tradición secular en esa ciudad, como es acompañar a la patrona de la ciudad, que entiende es de todos los placentinos y por tanto los representantes del pueblo deben estar junto a la que es considerada primera dama de la localidad.

En Cáceres la cuestión es bien distinta y al margen de ideologías, los cacereños no perdonarían a sus regidores que no dieron la bienvenida a la Virgen de la Montaña cuando anualmente baja a la ciudad. Ha sido un hecho común que tanto los alcaldes del PSOE, del PP como los de UCD hayan entregado a la patrona el bastón de mando de la ciudad y han presidido la procesión y los multitudinarios actos marianos que se realizan. Hoy bajará de su santuario la Virgen de la Montaña y seguro que no faltará ningún político. Ausentarse se castiga en esta ciudad no sólo con votos, sino con el ostracismo .