Antes del congreso, los dirigentes del PP eran disciplinados respecto a María Dolores de Cospedal: depende del presidente, decían, lo que el presidente diga, carraspeaban, hay que confiar en el presidente, etc. Era la respuesta cuando se les preguntaba si la ministra de Defensa debía seguir siendo además secretaria general, o al revés. La pregunta, por cierto, había surgido del malestar de los que invocaban el artículo 7.2 de los estatutos del partido, el que prohíbe la acumulación de cargos, ya que la ministra y secretaria Cospedal es también (y Pedro Gutiérrez no me dejará mentir) presidenta del PP de Castilla-La Mancha. Tras el congreso, Cospedal sigue en la trinidad de sus cargos y el presidente no ha dicho ni mu. El presidente habrá redoblado el malestar de los adscritos al artículo 7.2, pero es cierto que ya lo había advertido: «María Dolores será lo que ella quiera». ¿Quería decir que podía elegir ministerio? Quizá. Pero no parece que se refiriera a cargos, sino a la ambición de Cospedal: «Será lo que ella quiera». De ahí que los dirigentes apelaran al presidente, sabiendo que será siempre lo que él quiera, también.

Antes del congreso, la militancia de Podemos no sólo estaba dividida sino que parecía igualada: a un lado, los del activismo de Pablo Iglesias, y al otro, los del parlamentarismo de Iñigo Errejón. La victoria de Iglesias en Vistalegre I, por solo 2.411 votos sobre Errejón, había servido para que las bases, esta vez, se consideraran en igualdad de condiciones, con idénticas posibilidades. Y prueba de ello es que Iglesias le había ofrecido a Errejón la alcaldía de Madrid, para que cejara. Una oferta, por cierto, que, como no podía ser de otro modo, anima más que disuade.

Tras el congreso, Iglesias se ha confirmado como secretario general y Errejón ni siquiera será concejal. Y aunque el resultado era previsible, Iglesias se ha ocupado de que lo fuera de forma apabullante, por no decir humillante, al amenazar con dejarlo todo si no era líder único. Con razón, y mucha, la militancia ha optado por lo seguro, no fueran a quedarse sin qué, siendo el partido de Iglesias.

*Funcionario.