El concejal de Foro Ciudadano Felipe Vela vivió ayer su último pleno. Abandona el ayuntamiento de Cáceres después de 6 años tras haber dejado una impronta controvertida marcada por el desencuentro con José María Saponi, el hombre que hizo de él una apuesta personal, que le dio una superconcejalía y del que terminó distanciándose política y personalmente hasta el punto de que abandonó la disciplina del Grupo Popular pero mantuvo el escaño.

Vela ha pretendido siempre -legítima y convenientemente, como corresponde a cualquier político-- tener una influencia decisiva en el Ayuntamiento o, al menos, más significativa que su cuota aritmética de poder: lo pretendió cuando estuvo bajo la disciplina del PP; cuando se desligó y se quedó en el consistorio y lo ha pretendido --y esta vez conseguido-- a raíz de la coalición PSOE-IU. Precisamente la ruptura de este pacto, que ha supuesto la disolución de la mayoría y la postergación cualitativa del voto de Foro Ciudadano, puede atisbarse como la razón política de la entrega del acta de concejal, cuando ya el voto de Vela no tiene el peso decisivo que ha tenido mientras se mantuvo la coalición Heras-Pavón.

La salida de Vela puede ser también el principio del fin de su partido. Creado a su medida, sostenido por su capital político, Foro Ciudadano es una incógnita de futuro. Incógnita, sin embargo, con lastre, porque no existe ´el velismo´. Mucho deberán esforzarse sus sucesores para lograr que en las próximas elecciones, su apoyo alcance para mantener la cuota de poder que ha tenido hasta ahora.