Más de tres meses después de las elecciones y tras un primer intento fallido de formar gobierno con una variopinta coalición entre conservadores, liberales y verdes, la coalición Jamaica, Angela Merkel vislumbra la posibilidad de un cuarto mandato. Su partido, la conservadora CDU, y los socialdemócratas del SPD, han alcanzado un principio de acuerdo que debería desbrozar el camino para la formación de una nueva versión de la gran coalición. El desbloqueo no implica todavía que pronto haya un nuevo gobierno en Berlín, porque antes hay que redactar punto por punto el acuerdo y aun antes el SPD tiene que decidir si se lanza a una repetición de un pacto con los conservadores que si bien el anterior funcionó desde el punto de vista de la labor de gobierno, electoralmente fue un desastre para los socialdemócratas. Y luego, las bases del SPD tienen que darle su aprobación. Un camino por tanto que todavía puede derrapar. Sin embargo, lo que Alemania necesita es un gobierno estable que frene las ínfulas de una crecida extrema derecha que ve una baza favorable en la ausencia de gobierno. Y también Europa necesita que haya estabilidad en Alemania, particularmente en estos momentos plagados de amenazas al proyecto común. El presidente francés, Emmanuel Macron necesita a Merkel para su propuesta de refundar Europa. En este sentido, no es casualidad que el principio de acuerdo alcanzado plantee un nuevo comienzo para Europa junto a Francia.