Tendríamos una vida un tanto peculiar si nos quitasen la ñ del abecedario. El mañana no existiría, además no tendríamos país. No habría una España, ¡qué va! Sería Espania o Hispania, y nos remontaríamos a la historia de la palabra y al origen de esa letra rara que no existen en otro país. ¿Y qué me cuentan de El peñón de Gibraltar ? El peñón, ¡es que hay que ver! que se diga peñón que lleve la ñ y que encima sea de los ingleses, quienes no poseen esa letra en el abecedario pero bien que tienen el pedrusco. ¿Qué pasa, que va a desaparecer la palabra añusgarse y se cambia por ahogarse? ¿Ñagotarse no existiría? ¿Y el ñu, el antílope de Africa del sur? ¿Eh? ¡Hala! Ya no existe. También nos quedaríamos sin palabras tan comunes y frases porque... ¿Cómo coño vamos a decir coño ? Y ¿cómo repercutiría la falta de la ñ en la etapa infantil? Ahora desaparece el personaje de dibujos animados que se llamaba eñe . Es como si a nosotros nos quitasen los Power Ranger, que crecimos con ellos. ¿No? Entonces si nos quitasen la ñ nos quitarían muchas palabras y nos dejarían sin país, sin muñecos... La única ventaja es quizá que los diccionarios serían más manejables, aunque tampoco es que los utilicemos mucho. Además ¿cómo podría haber sido capaz de escribir este artículo si faltase la letra eñe?

Laura San Miguel Hoyas **

Navalmoral de la Mata