TPtrobablemente deba pasar algún tiempo para hacer el balance del juez Marlaska en los meses en que ha sustituido a Garzón . De antemano, será preciso coincidir en que el puesto proporciona muchas facilidades para alcanzar notables niveles de protagonismo. Y, consiguientemente, de controversia y de polémica. Es seguro que alguna de las decisiones de Grande-Marlaska suscitaron reacciones contrarias o favorables en casi cada uno de los ciudadanos. ¿Actuará de parecida manera Garzón, con más experiencia en esos casos, y con mucho más conocimiento y mucha mayor experiencia, con bastante probabilidad, en cuestiones como Batasuna, Otegi , el pago y cobro de extorsiones? Es improbable que Garzón hubiera reclamado la presencia de Arzalluz en su juzgado, algo que causó satisfacción a determinados círculos, a quienes, sin embargo, cambió seguidamente la cara cuando al viejo líder peneuvista el episodio sirvió para advertir que Euskadi podría abjurar o repudiar la Constitución que no aprobó y sólo acata. ¿Tiene que ser políticamente correcto un juez?

De todo este episodio bastante complejo de jueces, políticos, empresarios, terroristas, algo queda por aclarar: si los empresarios siguen recibiendo cartas que les reclaman impuesto revolucionario , aunque tengan nuevo tono , como decía Arzalluz, o si determinados empresarios se anticipan ya a una eventual situación de futuro apareciendo como padrinos del futuro nacionalismo radical de Batasuna y lo que pueda integrarse en esta fuerza política de la actual organización terrorista. Eso explicaría lo que estos días ha sido calificado como extorsiones voluntarias , o donaciones efectuadas por algunos empresarios a una banda terrorista que, en principio, está en tregua permanente , y acaso decidida a dejarlo de ser de una vez por todas.

Pero es más chocante que algunos empresarios ya se estén acomodando y deseen situarse en posiciones de ventaja, como padrinos de ese futuro que algunos sólo consiguen adivinar.

No sería extraño que, dada la confusión del momento, Zapatero esté prolongando el tiempo de espera antes de anunciar el comienzo del diálogo. O incluso que haga caso a quienes le indican que, sin tardanza, dé comienzo ese diálogo sin anuncio alguno, y se compruebe si existe, de verdad, esa firme decisión de empezar un tiempo distinto, sin extorsiones, sospechas ni siquiera hagan falta jueces estrella...

*Periodista