DETERIORO URBANO EN EL RODEO
Al concejal de Obras
Fernando Durán Gutiérrez
Cáceres
Soy un vecino de El Rodeo que ve su deterioro día a día. Va un breve recuento: en la calle Los Pilares hay una pequeña rampa para los inválidos. Hace más de 8 meses se llevaron el pasamanos de la rampa. No es lo único que se han llevado, pues también desapareció un banco de dos que había, mientras en la calle Madre Isabel de Larrañaga hay cinco bancos y están todos estropeados, sin respaldo ni asiento. En esa zona se hace botellón y hay ruidos hasta las 3 de la madrugada. En la calle María Auxiliadora, junto a la caseta de un transformador de luz, debía de haber otros dos bancos, pero solo hay uno, porque el otro lo arrancaron. Igual que arrancaron seis placas de circulación. Espero que el concejal tome nota de todo esto y lo repare.
QUEJAS SOBRE LA TELEFONIA
Llamada impertinente
M. Carmen González Bonilla
Correo electrónico
Cada noche, hacia las 21.30 horas, he venido recibiendo una llamada que no atendía. Finalmente la atendí. Era un tal Marcelo para ofrecerme los servicios de Tele 2, a lo que le respondí que no estaba interesada y que era tarde para llamar. En tono impertinente, el hombre me dijo que volvería a llamarme a las 22.30. Así lo hizo, y luego volvió a llamar a las 23.30. Me quedé perpleja. ¿Ya no puede una ni estar tranquila por la noche en su casa? Nuestros datos deberían estar más protegidos.
REPERCUSIONES DE LA CRISIS
Iniciativa propia
Antonio Pujol Amenteros
Correo electrónico
Con el ejemplo del cambio que va a haber en EEUU, este puede ser un momento histórico, la oportunidad de creer en nosotros mismos. No vale la pena ya explicar cómo se ha llegado hasta aquí, sino saber lo que nosotros tenemos que hacer por nosotros mismos; eso nadie lo hará por nosotros. Nos lo tenemos que exigir a nosotros y después a los políticos, no al revés. Hay que trabajar con responsabilidad y sentido de la colaboración, participar en la política votando e invertir al máximo en educación y formación. Cambiemos nuestra actitud. Hagamos lo que hay que hacer, no pidamos que nos lo hagan los demás.
Alegría de millones
Antonio B. Guerrero
Nadie sabe la alegría y emoción que siento cada vez que oigo hablar de la cantidad de millones que el Estado inyecta a los bancos para que no pasen hambre de dinero. Y nadie sabe la mala leche que me entra cuando llego por la mañana al taller de electricidad y no puedo salir a hacer ningún trabajo porque, simplemente, no hay trabajo. En esta situación nos encontramos muchos autónomos en edad próxima a la jubilación. Alguien habrá pensado que nosotros no tenemos hambre y por eso no nos inyectan dinero. Llevo 45 años trabajando y no había pasado nunca por una situación como esta.
INGENIEROS INFORMATICOS
Un título sin valor
M. Isabel Escobar
Correo electrónico
El Ministerio de Educación está a punto de cometer un atropello increíble respecto de los ingenieros informáticos, pues se pretende privar de las atribuciones que corresponden a unos estudios tan complejos. ¿Cómo se pueden tener desde hace más de 25 años facultades informáticas o escuelas técnicas superiores y que sus títulos no tengan atribuidas las competencias que les corresponden? ¿Qué harán ahora esos centros para evitar su descrédito? ¿Quién querrá estudiar estas carreras? ¿Cómo pueden explicar a los padres de los ingenieros informáticos, que durante 6, 7 u 8 años han pagado sus estudios, que ahora sus titulaciones no pueden ser homologadas con las del resto de Europa y que no podrán ejercer? Lo de Bolonia es para que al Estado le salga más barato expedir títulos superiores. En todas las ingenierías se ha de saber informática, pero solo en una se especializa un titulado superior en amplios conocimientos específicos. ¿Y saben lo que nos cuesta a los ciudadanos crear un ingeniero informático? Millones. ¡Como para no aprovecharlos! ¿Se imaginan que todos los ingenieros informáticos no trabajaran un solo día? Sería el caos total en los trenes, el metro, las empresas, los hospitales, los colegios, las universidades e incluso el propio ministerio. Rectificar es de sabios.