RAJOY EN APUROS

Parábola para defender al presidente

Alejo Fernández Pérez

Mérida

A Rajoy le ha tocado bailar con la más fea. Se ha metido en un berenjenal del que no podrá salir más que con la ayuda de Yahvé. Le costará mucho trabajo porque tiene en contra a un tal Satanás y no podrá contar con la mitad de los ibéricos, aficionados al deporte de poner palos en las ruedas.

¿Y cómo convencemos al personal de que el culpable de esta crisis es otro y no él? Pongamos una parábola porque los razonamientos sensatos no sirven.

Erase una vez en la que el tío Juan tenía una buena familia, un buen negocio y prosperaba felizmente hasta que se juntó con malas compañías. Se dio a la bebida, a pedir prestado y cuando la familia se dio cuenta descubrieron que debían varios millones, que su vivienda y negocio estaban hipotecados.

Inmediatamente el hijo mayor, Pedro, de acuerdo con el resto de la familia, se hizo cargo del negocio. Empezó a recortar gastos por todos sitios. Hubo días que tuvieron que ir a Caritas a comer. Al tío Juan le dejaron una buena paga para se jubilara y no volviese a poner los pies en el negocio.

Las voces, el rencor, el odio hicieron su aparición y crecían según pasaban los días. Como siempre se buscó un culpable inmediato. Ya está: ¡El hijo mayor, que es quien está haciendo los recortes! Trabaja 24 hora diarias, no duerme, se pasa el día pidiendo favores y préstamos y dice que se tardará en salir del bache, si es que se sale. Cuando regentaba el negocio el tío Juan comían, bebían y triunfaban en sociedad. Desde que llegó Pedro todo son desgracias, mohines y malas caras. Puesto a votación democrática se aprueba por mayoría que ¡Pedro, Pedro es el responsable, él es quien nos está arruinando! ¡Todos contra Pedro!

Pero Pedro sabe que no puede dar y no dará ¡Ni un paso atrás!

ELOGIO DE LOS PALOMOS

La leccióndel profesor Núñez

Jesús Gumiel

Badajoz

Es de sobra conocido que a quien le encanta su profesión acaba logrando que todo lo que hace se impregne de aquellos valores que en su quehacer diario son pautas de conducta inamovibles, auténticas virtudes que rigen su forma de actuar y dotan de coherencia su proceder. Un ejemplo bien claro de esta reflexión lo encarna el presidente de la Fundación Triángulo, José María Núñez, organizador de la ya consolidada y exitosa fiesta de los palomos , que ha logrado que Badajoz se convierta en un referente en materia de diversidad. En los tiempos que corren no es fácil liderar una actividad que mueva público y llena negocios. Como tampoco lo es lanzar mensajes que calen en la ciudadanía y atraigan al personal de fuera de nuestra región identificados por un slogan simpático. Y por supuesto es rizar el rizo, conseguir en un evento que mueve mucho público y llena plazas, no caer en la burla fácil y el lenguaje denigrante. Todo esto y mucho más es lo que ha logrado el profesor , impartiendo casi sin avisar y para sorpresa de muchos toda una clase magistral sobre diversidad y tolerancia, y encima apta para todos los públicos. Las claves aunque son de sobra conocidas, no están al alcance de todos: discurso sosegado y respetuoso, compromiso y trabajo, una pequeña dosis de rectificación, y mucha ilusión. ¡Como para atreverse a llover!

Presidente de Cocemfe Badajoz.

REGENERAR LA VIDA PUBLICA

Un lobby ciudadano

Angel Campos

Correo electrónico

Es tal la desconfianza en los poderes públicos y en todos los que desempeñan altas funciones en la vida política y económica del país que los ciudadanos, apabullados por una cascada de recortes, un paro insostenible, un sinfín de escándalos de corrupción y malas prácticas, se sienten desorientados e impotentes. Desinflado en parte el movimiento 15-M, solo quedan iniciativas de grupos de ciudadanos, que aunque aisladas, pueden mostrarse eficaces para desatascar el lodazal de la vida pública. Necesitamos una ONG que nos rescate de la UVI, bien podría constituirse un lobby ciudadano que de modo multidisciplinar promoviera una agencia privada anticorrupción que contrate detectives, colabore con ciudadanos, políticos, policías, jueces y empresarios honestos e investigara con total independencia los chanchullos de aquellos que ensucian la vida pública para ponerlos a buen recaudo con abrumadoras pruebas acusatorias. Ese sería el único lobby aceptable en los tiempos que corren; una ONG celosa de su independencia y transparente que, por suscripción popular, regenerara el clima político, económico y social. El tiempo de las manifestaciones en la calle ha pasado. Los ciudadanos deberíamos organizarnos por encima de ideologías como un contrapoder que haga posible al amparo de la legalidad vigente la regeneración de la vida pública.