Aunque por primera vez en ocho años a Fernández Vara le sale oposición interna para el congreso regional del partido, el actual secretario general se ha desplegado este viernes pasado y con fuerza por los principales estudios y platós informativos del país, como ha sido en el espacio líder de la extremeña Pepa Bueno, ‘Hoy por hoy’ en la SER, y ‘Los Desayunos’ de Televisión Española. En esos programas ha dicho que va a pelear la secretaría regional en el congreso que se celebre este verano, y para el cual parte favorito sin discusión.

En realidad la candidatura anunciada por la diputada autonómica Eva Pérez da que pensar. Delante está ella, ¿pero y detrás? Que todos pregunten eso es precisamente un síntoma y señal de que es muy improbable, casi utópico, que hoy por hoy el liderazgo de la exconsejera de Educación vaya a hacerle mucho daño a Fernández Vara. La personalidad más sólida que estuvo en su presentación es la de la exvicepresidenta de la Junta, y precisamente con él, Dolores Pallero.

‘Lola’ tiene mucho prestigio, mucho. Aparte de su trayectoria anterior, el que le ha dado cómo calladamente mudó, y sufrió, de vicepresidenta de la Junta de Extremadura a parada. «¿Cuál era su trabajo?», podrían haberle preguntado en el Sexpe. ‘Vicepresidenta’. Aprendió de golpe que lo primero es un asidero al margen de los azotes políticos, como bien dijo más o menos de esta manera Rodríguez Ibarra: «A la política se viene cotizado», a ella se debe llegar desde un oficio con el que se ha desarrollado una trayectoria vital y laboral, y al que se pueda volver. Y aquello venía a cuento de las ‘juventudes’ de los partidos, en las que se pasa tras diversas etapas en una escuela no siempre benéfica, de la ESO o el bachillerato al escaño de diputado autonómico en la Asamblea de Extremadura.

Fernández Vara, pese a todas las críticas, está fuerte puertas adentro y puertas afuera. Por eso ha sorprendido mucho la candidatura de Eva Pérez, de tal manera que pudiera tratarse de una ‘liebre’, encaminada a empezar a socavar ciertos apoyos del presidente de la Junta, cara a algo más ambicioso en las primarias de dentro de dos años para elegir la candidatura a la Presidencia de la Junta en las elecciones de 2019.

En cualquier caso lo que suceda va a depender en buena manera del resultado de las primarias nacionales del 21 de mayo. Fernández Vara ha apostado muy fuerte por Susana Díaz, y eso precisamente es lo que le achacan algunos, o muchos, de los que en principio eran razonablemente incondicionales del sucesor de Rodríguez Ibarra.

Si gana la andaluza el político de Olivenza tendría el camino alfombrado para las primarias socialistas extremeñas de 2019, pero si gana Sánchez podría suceder de todo, incluido que el líder madrileño cometiera torpezas que acabaran afirmando la posición de Fernández Vara. Éste, reforzado de puertas adentro pero también hacia afuera. Aunque aún queda mucha legislatura, la mitad, esta vez José Antonio Monago no parece haber hecho los avances que realizó hace ocho años y que le llevaron a la presidencia autonómica.

Y queda cada vez más claro que aquellos progresos se los regaló en buena forma Fernández Vara sentándole a su lado en todos los pactos, mesas, acuerdos, y foros. Por eso la oposición que esta vez realizan Monago y los suyos todavía está muy lejos de cuajar; en mi opinión, no aparece, no es al menos de momento tan imaginativo, va a la contra y sin iniciativa. Y para saltar al poder desde la oposición hay que hacer el doble que este último.

Quizá de las pocas presencias positivas de Monago, y con un papel razonablemente correcto, es en el Pacto por el Ferrocarril, asunto que de seguir por estos términos podría hacerle el trabajo de legislatura a Vara: ni economías verdes, ni nada, la sociedad por fin en un levantamiento en el que el liderazgo de Junta, y agentes sociales, es oro.