La presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas , ha salido al paso de las generalizadas críticas a la labor del tribunal y las ha tildado de "intolerable campaña de desprestigio". No está bien que la responsable del tribunal que defiende a la Constitución utilice adjetivos tan terminantes para referirse al ejercicio de una de los pilares de la misma, que es la libertad de expresión y crítica.