Esta Semana Santa hemos estado unos días alojados en un hotel. En el baño de la habitación había un cartel que nos invitaba a ahorrar agua y a conservar más de un día las mismas toallas en beneficio del medioambiente. Encima del inodoro también se nos informaba de que si apretábamos el botón de la izquierda la descarga de agua de la cisterna sería menor. En el comedor había bufet libre, y es verdaderamente doloroso ver la cantidad de comida que se acaba tirando: vasos de zumo o de leche con cacao, pan, bollería casi entera, queso, jamón, pasta, verdura, pescado... Por lo visto, en nuestro planeta solo escasea el agua, y no la comida. No sé si cuando uno está de vacaciones tiene tiempo de pensar en que medio mundo pasa hambre. Estaría bien que en el bufet hubiera un cartel que dijera algo como: "Cojan los alimentos que quieran, para tanta hambre como tengan, pero acábenselos; no permitan que se tire comida".

Elena Pla **

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