WEwl encuentro del miércoles entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero , y el lendakari, Juan José Ibarretxe , no se limitó al intercambio de información sobre la pacificación de Euskadi. Tuvo un segundo objetivo con posibles consecuencias inmediatas en la gobernabilidad de España y de Euskadi. El compromiso del presidente del Gobierno de desbloquear tres contenciosos pendientes entre la Hacienda vasca y la estatal desde el 2003 puede derivar, como contrapartida, en el apoyo del PNV a la aprobación del Presupuesto del 2006. Zapatero ha mantenido hasta ahora a Esquerra como socio parlamentario preferente en el Congreso. Pero, sin necesidad de alterar este planteamiento, el PSOE constata que dispone de una mayoría más sólida de la que aparenta. Para aprobar cualquier decisión de peso, sólo necesita el apoyo de 12 de los 38 escaños que suman IU y los partidos nacionalistas de Cataluña, Euskadi, Galicia, Canarias, Navarra y Aragón. Poder contar con los siete diputados del PNV multiplica ahora aún más las posibles combinaciones con las que los socialistas pueden congregar una mayoría suficiente, y les da mucha más fuerza para negociar y resistir propuestas que vayan más allá de lo que puedan asumir.