¿Qué alto mandatario extremeño teme más a la prensa que a un rayo? Hasta tal extremo llega su nerviosismo ante los micrófonos que ha optado por no informar personalmente una vez a la semana de los asuntos tratados por la Junta de Gobierno que preside. Y todo porque si le preguntan por otros asuntos de la ciudad al margen de lo abordado ese día, se suele quedar en blanco cuando no los domina.