Los comerciantes del centro de Cáceres están que trinan porque la Concejalía de obras del Ayuntamiento, de un día para otro, está levantando calles para su mejora. Se quejan de que no es que no se les haya consultado, sino que ni siquiera se les había informado de los planes municipales.

No es la primera vez que los comerciantes se quejan por este o por un motivo parecido (hace unos años, también pusieron el grito en el cielo por la instalación de los toldos). Razón de más para que los responsables municipales informen a los afectados de sus propósitos y traten de concitar en lo posible los intereses de unos y de otros: los de los vecinos en general con los de los comerciantes en particular.

Estas obras son inoportunas: no solo porque estamos en temporada alta de compras, sino porque han empezado precisamente cuando Cáceres está siendo sede de un importantísimo congreso de hospitales, que ha reunido en la ciudad a centenares de personas llegadas de toda España, a las que se les priva de la oportunidad de que puedan conocer y pasear por algunas calles del centro sin los problemas que traen las obras.