Leo que Hacienda sacará tajada a la quinta generación de telefonía móvil incluso antes de que empiece. Se ve que el ansía recaudatoria de Montoro no tiene límite, y que el ministro español descansa pero no duerme en su empeño constante por aumentar y custodiar los caudales comunes. La prensa habla de golpe fiscal, denominación cuando menos amenazante, cosa que no precisa este gobernante en cuestión, ya por naturaleza bastante antipático, falto de empatía, arrogante y largón ante los ojos de quienes somos todo en su ministerio, y por tanto constituimos su auténtico jefe, al contrario de lo que pueda parecer.

Sin embargo a una no le parece mal esta nueva muestra de creatividad recaudatoria, sobre todo si contribuye a que dejemos de ser tan esclavos de los dichosos artefactos. Ojalá que por la vía del hachazo hacendístico se consiguiera que los hijos hablaran con los padres en lugar de con sus amigos virtuales, las parejas cenaran juntas conversando de sus intimidades sin depender en todo momento del móvil de cada cual, que atendieran más a los amigos presentes que a las conversaciones en red y que así su atención y su reflexión no menguara al ritmo que crece su dependencia del chisme.

Por otro lado, el responsable de las arcas públicas está ahora de plena actualidad por su afirmación tajante de que desde que él tomara en sus férreas manos el control de las cuentas de la Generalidad, ningún dinero público se ha destinado a la financiación del intento de golpe de estado. Ni la propaganda, ni los sueldos necesarios para montar todo el entramado electoral, ni las papeletas, ni las urnas, ni nada de nada se pagó con el dinero público español, que para eso estaba el pequeño samurai con carita de jedi. No podemos sino imaginar la cara del juez Llarena y de otros ingenuos como esta que escribe, cuando los jueces alemanes que ni siquiera aceptaron frente a las múltiples evidencias que hubiera rebelión, rechacen también la malversación, a la vista de que ni el mismísimo ministro de Hacienda del país denunciante considera que la ha habido.