Cuando alguien le dice a un homosexual «¿Eres gay? Pues no lo pareces» puede haber dos tipos de reacciones: que el receptor agradezca el cumplido o que le haga ver al emisor que esta frase no es más que una forma de microhomofobia. Quizá no nos demos cuenta, pero con esa frase, posiblemente carente de maldad, estamos estigmatizando a toda una comunidad que luchó (y lo sigue haciendo en algunos países del mundo) por hacerse un lugar en una sociedad donde no parecer homosexual los salvaba del acoso, de la cárcel o de la muerte. Lo más seguro es que esta frase esté formulada para hacerle un cumplido al otro, porque parecer gay tiene connotaciones del tipo afeminado, delicado, chillón, blando o excéntrico. Cada vez más son los miembros del colectivo que huyen de este tipo de etiquetas, porque todas ellas son percibidas como negativas. Y son negativas porque nosotros lo hemos permitido. Lo peor es, según mi experiencia, que cuando a un homosexual le dicen que no parece gay se lo toma como un cumplido. Si una parte del colectivo entiende de forma positiva no parecer gay, el problema se convierte en algo interno. Pero parecer gay no es más que una invención. ¿Los gais tienen que parecer algo? Ser gay no es ni algo supermono, ni algo repugnante ni algo que deba clasificarse según su apariencia. Ser gay es una orientación sexual, una forma de vivir la sexualidad, una personalidad con la que sentirse cómodo, sin fingir, sin pretender parecerse a algo que no se es. Ser homosexual tendría que ser libertad y, a veces, ni lo parece.

POLÍTICA

La ley de Pareto

Cristina Castro

Torrejón de Ardoz

Una de las características de la izquierda política es su rechazo hacia cualquier tipo de desigualdad. La más mencionada es que la mayoría de la riqueza está en manos de unos pocos. Esto siempre ha enfadado a la izquierda, la cual culpa al sistema capitalista de dicho desenlace. Culpar al capitalismo de una sociedad injusta es comprensible cuando no conoces las leyes de la distribución de Pareto. Según esta ley, el 20% de una acción produce el 80% de los resultados. Así pues, el 80% de las ventas se deben al 20% de los clientes. El 80% de los problemas informáticos se deben al 20% de los bugs, y el ejemplo mas impactante: el 20% de los trabajadores consigue el 80% de los resultados, y este porcentaje se mantiene cuando elevamos o reducimos el número de trabajadores siendo aplicable tanto en un negocio de 10 personas como de 1000. La ley de Pareto es importante porque demuestra que las desigualdades no son culpa del sistema sino algo inherente a la naturaleza y que ni siquiera pueden ser solucionadas con las más cruentas dictaduras.

REFUGIADOS

Enfocar el problema con perspectiva humanitaria

José Francisco Aragón

Funcionario

Va quedando cada vez más claro que la llamada crisis de los refugiados no se solucionará pensando en los refugiados. Los campos de refugiados en países africanos son una solución fascista, una salida que busca sacar el problema de Europa. Un problema que molesta y preocupa mucho a nuestros políticos en dos aspectos. Por un lado, no quieren que lleguen inmigrantes. Pero que tengan claro que no se acabará con la llegada de refugiados mientras no se tomen medidas que piensen en esa gente, que viene por culpa de la pobreza o las guerras que hay en sus países de origen. Nadie quiere irse de su casa. Si toda esa gente que huye viviera en países estables o países donde no se pasara hambre, no vendría a Europa. Lo que debería hacer la Unión Europea es dejar de fomentar guerras por cuestiones geopolíticas o armamentísticas y fomentar la paz. Y todo ese dinero que se gasta en armamento año tras año, lo podría destinar a la ayuda humanitaria y seguro que las cosas nos irían mejor a todos.