WJwuan Pablo II ha reingresado en el hospital aquejado de una insuficiencia respiratoria que obligó a practicarle una traqueotomía. Han pasado sólo 15 días desde que el Papa acudió a este mismo centro para recuperarse de una gripe. Tras el primer ingreso, hubo interés en presentar el caso como un achaque pasajero, dentro del delicado estado de salud del paciente. Toda la diplomacia vaticana actuó en una sola dirección: intentar convencer urbi et orbi de que el Papa estaba capacitado para seguir dirigiendo personalmente la Iglesia.

El reingreso hospitalario, con una intervención quirúrgica que priva a Karol Wojtyla del habla temporal o indefinidamente, confirma que no está en condiciones de reemprender su agenda de actos habitual, como se intentó forzar durante esta última semana. Hasta ahora, la decisión del Papa de mantenerse en la cátedra de San Pedro hasta el último aliento ha sido firme. Pero es evidente la posibilidad de que el Pontífice quede incapacitado incluso para hacer oír su voz al mundo. Por ello, todavía está a tiempo de decidir una renuncia que tendría un alto valor simbólico, en lugar de prolongar un periodo de parálisis y de dudas sobre quién toma las decisiones en Roma.