Los grupos políticos mayoritarios en la Asamblea de Extremadura --PSOE y PP-- no han alcanzando un acuerdo para aprobar el nuevo reglamento de la Cámara. Finalmente, se han roto las negociaciones y la norma de funcionamiento interno tendrá que esperar a la próxima legislatura para ser modificada...si es que entonces existe consenso para ello porque el PSOE ha renunciado a acometerla solo con su apoyo.

El nuevo reglamento introducía algunos cambios y nuevas ideas que eran consideradas positivas por todos por cuanto acentuaba la capacidad de control del Legislativo sobre el Ejecutivo: se hacía obligatorio el debate anual sobre política general, el conocido como ´Debate sobre el estado de la región´; se incluía la posibilidad de que un grupo parlamentario plantease una moción de censura contra el presidente de la Junta; y también se impedía que los diputados tránsfugas pudieran formar parte de comisiones.

El portavoz popular, Javier Casado, ha aducido problemas de tiempo para acordar el reglamento con el grupo socialista. Un argumento endeble por cuanto la Comisión del Reglamento empezó a trabajar en enero del 2004, y en septiembre del 2006 el presidente de la Cámara anunció que el grado de consenso permitía pensar que antes de fin de año se aprobaría la nueva norma. No ha sido así, y todo parece indicar que detrás del disenso están las maniobras electorales.