Un futbolista exitoso es un hombre joven que desde niño juega bien al fútbol porque ha nacido con el don de ser ágil golpeando un balón con los pies. Es un personaje muy mediático al que idolatran apasionadamente muchos congéneres. Algunos medios de comunicación se encargan con obstinación de que sepamos los dimes y diretes, amoríos, manías y desvaríos de estos personajes. Son continuamente utilizados por empresas de todo tipo para publicitar sus mercancías. Ellos mismos se convierten en artículos de lujo para mercaderes del fútbol que comercian con sus servicios.

Un científico eminente es un hombre o mujer sin edad determinada, que desde la adolescencia se dedica a hurgar en la ciencia para intentar saber de dónde venimos, a dónde vamos, cómo curar nuestras enfermedades o cómo hacer nuestras vidas más satisfactorias. No son personajes mediáticos, apenas se habla de ellos en los medios de comunicación, entre otras cosas porque no mercadean vendiendo su imagen. Suelen ofrecer sus servicios a las instituciones que pongan a su disposición los mejores medios para ejercer su trabajo.

Todos sabemos que los futbolistas exitosos forman selecciones que representan a sus países. Pero pocos saben que los científicos eminentes también.

Desde el pasado año tenemos una Selección Española de la Ciencia, convocada por el CSIC y la revista Quo. La forman Pedro Cavadas, Mariano Barbacid, Susana Marcos, Alberto Ruiz Jimeno, Laura M. Lechuga, Francisco J. Martínez Mojica, José Manuel Galán, Juan José Gómez Cadenas, Carmen Martínez, Mariano Esteban, Mara Dierssen, Miguel Delibes de Castro y Manel Esteller.

Si usted busca en internet Selección Española de la Ciencia, podrá ver la foto del equipo, todos vestidos con el uniforme reglamentario. Entre ellos hay cirujanos, bioquímicos, ópticos, oncólogos, egiptólogos, biólogos. Es de justicia que de cuando en cuando sus nombres aparezcan en los medios, para que sepamos qué "jugadores" se enfrentan día a día al cáncer, al alzhéimer, al cambio climático, a las epidemias, a la desertización o a la falta de energía limpia y renovable.

De los otros jugadores ya estamos más que saturados.