Periodista

El 34% del alumnado español de 15 años hace novillos. Hay alumnos para los que la escuela y sus complejas exigencias tienen un sentido, encajan en su proyecto de futuro o en el de sus familias. Pero hay otros que viven su escolaridad como una obligación irracional, una imposición de la que se espera sólo que acabe.

El futuro ordena y da sentido a lo que se hace; sin ese horizonte de expectativas el presente acaba siendo un ritual absurdo. Los fuertes siguen, bien o mal, adelante; los débiles se rinden, hacen novillos, fracasan. Educación es selección.

¿Qué hacer? No obligar a todos a aprenderlo todo al mismo tiempo. Que la educación se acomode al ritmo de cada individuo y no opere con fechas fijas.