Los datos oficiales lo desmontan, pero lo cierto es que sobre la población inmigrante en determinadas áreas extremeñas existe una insistente sombra de duda que abruma a una población ´supercontrolada´. Los testimonios refrendan unos hechos que corren el riesgo de convertirse en una caza sin cuartel ´al moro´. Las medidas preventivas deben hilar fino para evitar recortes en la libertad de los individuos.